Los biólogos del proyecto europeo INDICIT en el que colabora el Cabildo de Gran Canaria han extraído en apenas cinco días más de 100 trozos de macroplásticos del interior de la tortuga con dos falanges estranguladas por redes que fue intervenida por la Institución insular el pasado lunes. Un dato sobrecogedor al tratarse de la mayor cantidad de plástico que se ha encontrado en el interior de una tortuga en Canarias desde el comienzo del proyecto, subrayo la consejera de Medio Ambiente, Inés Jiménez.

Las tortugas heridas que llegan al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de la Institución insular pasan a formar parte de este proyecto europeo específico sobre la basura marina en el que participan 8 países (Portugal, España, Francia, Grecia, Turquía, Túnez y Reino Unido) y que responde a la necesidad de conocer y monitorizar el estado medioambiental del medio marino a través de las tortugas, ya que ejercen de indicadores para medir la situación actual del mar.

El proyecto INDICIT, ejecutado por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria en el Centro de Taliarte, comenzó en 2017 centrándose en la ingestión de plásticos en las tortugas, y ahora el proyecto continúa denominado INDICIT II hasta 2021, y suma al estudio la profundización en la problemática del enmallamiento, hecho que provoca el estrangulamiento de los miembros y la muerte de tejido de las tortugas. De esta forma se pretende ver qué materiales enmallan a estos animales, y en el caso de Canarias se ha podido comprobar que son principalmente sacos de rafia y redes de pesca, explicó la bióloga Patricia Ostiategui.

En 2019 se realizó el estudio a 28 tortugas vivas en Gran Canaria durante su recuperación una vez que pasaron a las piscinas del Centro de Taliarte, y a 10 ejemplares que llegaron muertos a la costa de la isla. En lo que se refiere al 2020 aún solo se ha podido estudiar a esta última tortuga porque los ejemplares que han llegado hasta el momento al Centro del Cabildo han sido liberados antes de un mes por presentar buen estado de salud, y el estudio se debe desarrollar durante un mes.

Para extraer el plástico de las tortugas vivas y poder analizarlo, se filtra el agua de los tanques donde se recuperan para recoger todo lo que defecan. En lo que se refiere a las tortugas que llegan muertas a la costa, se les extrae por completo el tracto digestivo y se analiza.

¿Por qué ejercen las tortugas de indicadores?

Las especies indicadoras para este proyecto son la tortuga laúd y la caretta caretta, más conocida como tortuga boba, al ser las especies más comunes que circulan por el Atlántico y el Mediterráneo, donde se desarrolla el proyecto, y que llegan a los centros de recuperación heridas.

Las tortugas ejercen de indicadores porque tienen un comportamiento similar al de la basura en el mar. A pesar de ser muy buenas buceadoras necesitan subir a la superficie para respirar, por lo que pasan la mayor parte de su tiempo entre la superficie, donde se acumula la basura flotante, y los cinco metros de profundidad, trayecto en el que puede haber parte de basura sumergida. Además, las tortugas aprovechan en sus movimientos las corrientes oceánicas que arrastran también los residuos.

Efectos del plástico y las redes de pesca en las tortugas

La ingestión de plásticos puede provocar efectos letales en las tortugas como la muerte a pesar de ser animales muy resistentes, ya que existen los denominados plásticos duros que perforan el intestino del animal, y los finos como el nailon que al tragarlos les puede provocar una intususcepción, condición en la que una parte del intestino se enreda en sí misma y causa una obstrucción. También se están analizando los efectos subletales del plástico en las tortugas a través de análisis toxicológicos para comprobar si los tóxicos de los plásticos pueden desencadenar patologías.

Para comprobar los efectos de las redes de pesca simplemente hay que revisar externamente a los ejemplares que llegan enmallados a las costas, muchos de ellos sufren la amputación total de alguno de sus miembros.

El Canarias el 100 por cien de las tortugas estudiadas tienen plástico en su interior, mientras que en el resto de los países donde se realiza el mismo estudio varía entre el 60 y el 80 por ciento de casos. Esto puede estar motivado por el hecho de que las corrientes de Canarias son muy fuertes y traen basura de muchas partes del mundo.

Tipos de plásticos que consumen las tortugas

Las tortugas laúd se alimentan de medusas y plancton gelatinoso que fácilmente confunden con el plástico. En el caso de la tortuga boba, consumen el plástico fortuitamente, por un lado porque son animales muy curiosos que mordisquean todo lo que encuentran, entre lo que figura el plástico, y por otro, porque en los restos plásticos que hay en el mar se pueden acumular percebes, moluscos o peces de los que se alimenta esta tortuga, y al coger estos alimentos también ingieren este plástico.

De este modo accede a su organismo todo tipo de plásticos, entre ellos de fibra como rafias, restos de redes e incluso las microfibras que desprende la ropa sintética en la lavadora y que son imposibles de captar e las depuradoras antes de llegar al mar, y también plásticos blandos como bolsas de basura o envoltorios.

Todos estos residuos se analizan y miden para poder clasificarlos en microplásticos (miden menos de 5 milímetros), y macroplásticos (más de 5 milímetros), y a su vez, para este proyecto se ha decidido catalogarlos en plásticos de origen marino como redes de pesca, y de origen terrestre, las habituales bolsas de plástico de los supermercados.