El confinamiento ha reducido la actividad, entre ellas la marítima, por lo que el tráfico de barcos se ha visto limitado en las aguas canarias. Esto ha provocado que varios animales marinos se acerquen a las costas isleñas. Incluso algunos comunes se atreven a permanecer más cerca del litoral, debido a la escasez de presencia humana.

Varias personas, que paseaban el martes por el paseo de la Playa de Arinaga, vieron como un chucho ( una manta raya) de grandes dimensiones nadaba tranquilamente por las aguas de la bahía.

El animal es uno más y un habitante asiduo de la playa, en el que sus paseantes graban a diario al animal, que además de su tamaño, fue visible gracias a las aguas cristalinas del sureste de Gran Canaria, en parte por la reducción de contaminación en estos días de confinamiento para combatir la pandemia del coronavirus Covid-19.

La manta raya o manta gigante (Manta birostris) es una variedad de pez raya, del mismo y son frecuentes en las aguas canarias y puede llegar a medir 8,4 metros de envergadura y pesar alrededor de 1.400 kilogramos. Se caracteriza por la presencia, a ambos lados de la cabeza, de un par de lóbulos orientados hacia adelante, que recuerdan a los cuernos de un diablo.