El consejero de Obras Públicas, Transportes y Vivienda del Gobierno de Canarias, Sebastián Franquis, supervisó ayer las obras de la segunda fase de la carretera de La Aldea que se desarrollan dentro del término municipal de Agaete, y cuyos trabajos se concentran en estos momentos en excavar dos de los ochos túneles de los que consta el proyecto, entre ellos el más largo y complejo de todos, el túnel situado en el Risco de Faneque, con la previsión de ponerlo en servicio y abrirlo al tráfico en el plazo de dos años y medio. El presupuesto global por el que el Gobierno canario adjudicó el año pasado esta obra de la segunda fase de la Carretera a La Aldea es de 152 millones de euros.

"En nuestro compromiso de hacer un seguimiento periódico a la obra nos hemos desplazado hoy para certificar que la evolución de los trabajos es positiva. Hemos podido comprobar cómo las dos bocas del túnel del Risco de Faneque, un túnel fundamental en el inicio de esta obra, ya se están ejecutando, y empezamos a ver que la obra está yendo al ritmo deseado", explicó el consejero Franquis, "estamos convencidos de que, a pesar de que aún no hemos iniciado las voladuras, estamos en el camino para cumplir con el plazo establecido inicialmente, que es el de terminar de construir y abrir al tráfico este túnel, el más largo, en dos años y medio".

El consejero Franquis, al que acompañaron durante el recorrido el vicepresidente y consejero de Obras Públicas, Infraestructuras, Transportes y Movilidad del Cabildo de Gran Canaria, Miguel Ángel Pérez del Pino, el alcalde de la Aldea, Tomás Pérez, la alcaldesa de Agaete, María del Carmen Rosario, y representantes del colectivo Foro Roque Aldeano, mantuvo un encuentro con los técnicos de la Consejería y con los responsables de la UTE que ejecuta las obras que explicaron los trabajos que se están realizando en la actualidad, que debido a la orografía de la zona implican una gran complejidad, en esta importante infraestructura del noroeste de la isla de Gran Canaria.

El consejero explicó que el Ejecutivo regional invertirá este año 20 millones de euros en esta obra, que se inició hace ocho meses, partida que se destinará fundamentalmente a los trabajos de excavación de los túneles que ya están en marcha. "La perspectiva que tenemos es positiva y así lo refleja el nivel de ejecución económico de los trabajos, que va muy bien. La Consejería tiene previsto invertir en este año 2020 más de 20 millones de euros en los trabajos de esta obra y estamos convencidos de que se van a certificar trabajos de aquí al final de año para agotar esos 20 millones", añadió Franquis, "estamos convencidos porque hay personas de la Consejería con mucha experiencia haciendo un seguimiento continuo a los trabajos, y porque hay una supervisión no solo por parte del propio Gobierno, sino también por parte del Cabildo y de los ayuntamientos afectados".

Bocas norte

Los técnicos informaron de que los trabajos se están concentrando actualmente en la excavación de las bocas norte del llamado túnel número 4, en el Risco de Faneque, el más largo de los ocho que incluye el proyecto con 2.100 metros. Situadas junto al barranco de Hoya Segura, se están excavando las dos bocas de este túnel doble con medios mecánicos, perforadoras llamadas Jumbo y retroexcavadoras, pues el terreno no es excesivamente duro. Se han ejecutado en las últimas semanas 34 metros en el túnel del lado tierra y se está iniciando excavación del túnel lado mar, también con medios mecánicos. En el lado sur de este mismo túnel, se han ejecutado caminos de acceso bastante complicados para llegar al desmonte en el tronco, que es lo que se está haciendo actualmente, encaminado a poder alcanzar cuanto antes las secciones de las bocas a excavar.

En el llamado túnel número 3, otro equipo de trabajadores de la UTE adjudicataria está ejecutando el denominado 'paraguas ligero', un armazón metálico con la forma de la boca del túnel, que permite excavar el terreno con seguridad y evita los desprendimientos. En esta zona de trabajo se han colocado las cerchas de la boca y aplicado un gunitado para proceder a la excavación.

En las próximas semanas se espera acelerar de manera importante estos trabajos de excavación con el comienzo de las voladuras que permitan cavar en las zonas más rocosas de los túneles. Para ello, la Consejería está gestionando con las autoridades correspondientes los permisos para instalar los polvorines en los que guardar y manipular los explosivos en un lugar cercano a la obra pero lo suficientemente alejado de cualquier núcleo urbano para cumplir con todas las normas de seguridad.

"Somos conscientes de la importancia que tiene esta obra en esta zona de la isla y en toda Gran Canaria, y por tanto le hemos trasladado especialmente a la UTE responsable, la necesidad de que se cumplan los plazos y que la obra vaya a buen ritmo, como está sucediendo ahora. Surgirán dificultades en el camino, lógicamente, pero estamos en condiciones de ir resolviéndolas poco a poco", concluyó el consejero Franquis.

Para acceder hasta las actuales zonas de excavación los obreros han tenido que realizar numerosos trabajos previos en los primeros meses de obra para habilitar accesos seguros desde la vieja carretera de La Aldea, la GC-200, y por un terreno con una escarpada orografía, a toda la maquinaria pesada y vehículos de la UTE adjudicataria, formada por las empresas Acciona, Ferrovial Agroman, Lopesan Asfaltos y Construcciones y Bitumex.

El tramo Agaete-El Risco es un proyecto de solo 8,5 kilómetros de longitud pero que por su compleja orografía incluye la construcción de varias estructuras especiales, entre ellas ocho túneles, dos viaductos, un paso inferior y tres enlaces. Esta nueva vía sustituirá un trayecto de cerca de 15 kilómetros que actualmente se realiza por la GC-200, presentando graves problemas de seguridad para los aldeanos y aldeanas como ha recordado hoy el consejero de Obras Públicas, Transportes y Vivienda del Gobierno de Canarias, Sebastián Franquis.

Una vez terminada la segunda fase de la carretera de La Aldea, se reducirá el tiempo de conexión con el municipio de Agaete en tres cuartas partes, pudiendo llegar en sólo seis minutos de un punto a otro, ofreciendo una vía rápida y cómoda a los usuarios. También supondrá un impacto positivo en la economía de la zona ya que se mejorará la conectividad y facilitará el transporte de mercancías y una mayor llegada de visitantes al noroeste de la isla.