Los próximos días serán difíciles para Gran Canaria. A la necesidad que siente la ciudadanía de la Isla con la llegada de la fase 2 de desescalada de salir a la calle y a los municipios de la cumbre, se une un nuevo riesgo que llega con las altas temperaturas y fuertes vientos: la posibilidad de que se repitan los incendios que devastaron la Isla en agosto del año pasado.

Nadie olvida ese mes de fuego que calcinó 9.200 hectáreas de terreno y que también se saldó con múltiples infraestructuras y viviendas afectadas en ocho municipios diferentes, en especial en Artenara y Valleseco.

A día de hoy los montes siguen mostrando las consecuencias de esos incendios. Por ese motivo, el Cabildo de Gran Canaria ha reforzado su operativo para afrontar posibles conatos que se pueden producir durante los próximos días. Incluido el helicóptero ya operativo en la base de Artenara, que será vigilante con las desobediencias y que captará coordenadas para dar aviso a los agentes de Medio Ambiente. Pero evitar un nuevo desastre no depende solo de los agentes forestales y las administraciones públicas, también de la responsabilidad ciudadana.

"Lamentablemente se producen demasiadas negligencias, incluso durante los incendios de agosto fueron detectadas varias quemas de rastrojo que fueron denunciadas. Unas veces bajo el convencimiento de que no va a pasar nada, y otras de que nadie se va a enterar, pero siempre a sabiendas de que está mal porque al oír el helicóptero suelen correr a apagar esos fuegos", detalla la institución insular.

Por ello, el Cabildo pone la atención en la colaboración ciudadana que será esencial en esta situación, pues cualquier pequeña negligencia se puede traducir en un enorme daño como ha podido experimentar Gran Canaria en el último verano.

También ha podido comprobar cómo un incendio en pleno mes de febrero puede ser devastador debido a que se suman estas condiciones de ventana GIF al estrés del terreno por la falta de lluvia, tanto que se vieron afectadas mil hectáreas, la mitad de ellas en Inagua, aparte de una quincena de viviendas y comercios del Barrio de Tasarte, que tuvo que ser evacuado.

Así que no solo no se pueden hacer quemas agrícolas, ir de cacería, barbacoas o usar maquinaria, hay que evitar cualquier mínima chispa en beneficio de toda la población de Gran Canaria, donde no ha sido acreditado incendios por causa natural, ya que todos los investigados han sido por causa humana.