El Ayuntamiento de Moya suspende las fiestas de San Antonio de Padua, a causa de la pandemia de COVID-19, y mantendrá como único acto una ofrenda al santo, el sábado 13 de junio, con formato sin público y simbólico, en el que tan solo participarán dos personas en representación de cada barrio. El Consistorio norteño garantiza de esta forma la provisión y entrega de miles de kilos de alimentos no perecederos a las familias con menos recursos de Gran Canaria, como sucede en cada edición de esta tradicional romería que, en condiciones normales, reuniría a más de 10.000 personas en el casco. Por la tarde del mismo sábado tendrá lugar el culto religioso en la iglesia de Candelaria, con el aforo del templo reducido al 50% y respetando rigurosamente las medidas seguridad sanitaria. Las fiestas debían comenzar el 5 de junio, con el pregón a cargo del popular comunicador de TVE, Raúl Arencibia, prolongándose hasta finales de ese mes.

"Nuestra obligación como Ayuntamiento es garantizar la seguridad de nuestros vecinos y, con la pandemia de coronavirus no resuelta todavía, no nos podemos permitir que una aglomeración de tantas personas suponga el rebrote del virus", explicó el alcalde, Raúl Afonso.

El regidor, si bien aseguró que "lamento profundamente tener que adoptar esta decisión, porque se trata de unas fiestas muy importantes para nuestro pueblo", abogó por suspender todos los actos festivos, culturales y solemnes en honor a San Antonio hasta el próximo año, "esperanzado en que una vez hayamos superado esta dura batalla, podamos volver a celebrar juntos y con la normalidad que merecen estos festejos".

En este sentido, Raúl Afonso también considera que "no es apropiado celebrar fiestas que todavía suponen un riesgo importante de propagación del virus, mientras miles de familias están de duelo y muchas otras personas siguen jugándose la vida para protegernos".