Las ramas moviéndose al son de los acordes de la Banda de Agaete no podrán verse este verano. La popular fiesta de La Rama en la localidad norteña ha sido suspendida para este año debido a la crisis sanitaria del coronavirus, y se suma de esta manera a toda una ola de celebraciones que han sido canceladas para salvaguardar la seguridad de la población en medio de la pandemia mundial.

La situación provocada por la Covid-19 ha obligado a las autoridades municipales de Agaete a cancelar la celebración de La Rama este 4 de agosto por lo que no se podrá ver la tradicional imagen veraniega de la multitud marchando por las calles del casco del municipio rama en mano. "Era impensable, a nadie se le ocurre celebrar un evento masivo en esta situación", ha asegurado este lunes la alcaldesa de la localidad, María del Carmen Rosario. Esta será la primera vez en la historia de esta festividad que se suspenda su conmemoración.

La regidora ha explicado, asimismo, que el equipo municipal se reunirá en próximas fechas con colectivos y empresarios para que aporten sus ideas con el objetivo de celebrar las fiestas de otra manera, al estilo de lo que ya se está haciendo en otros municipios de la Isla, con algún acto simbólico que esté permitido siguiendo las recomendaciones y medidas de seguridad por la pandemia.

La Rama se suma a otras festividades de carácter multitudinario que también han sido canceladas, como los principales actos en honor a la Virgen del Pino, que cada año congregan en Teror a decenas de miles de personas a principios de septiembre. También han sido canceladas otras fiestas como las fundacionales de Las Palmas de Gran Canaria en honor a San Juan, que se llevarán al entorno digital, al tiempo que amenazan a otras tantas celebraciones de los meses estivales, como La Charca de La Aldea o los fuegos de San Lorenzo.

Otras localidades han decidido celebrar versiones de sus grandes fiestas, como la festividad de San Antonio en Mogán, Moya y Santa Brígida, más reducida y a la que solo asistieron religiosos, autoridades municipales y escaso público, dando pequeñas pinceladas de cómo serán las celebraciones a lo largo de este año por la Covid-19.