El queso de mezcla de cabra y oveja de la Ganadería Naroy de Tejeda se alzó ayer noche con el Premio al Mejor Queso Curado en el marco del Concurso Oficial de Quesos de Gran Canaria del Cabildo, cita sin público, sin bullicio y sin ponencias por la Covid-19. La ganadería es propiedad de las gemelas Beatriz y Natalia Mayor Monzón, quienes tomaron el relevo generacional tras una larga tradición quesera y de pastoreo en su familia. La quesería se localiza en Cortijo Casa la Data, en la Presa de las Niñas. La sociedad dispone de ganado propio, unas doscientas cabras majoreras, así como unas doscientas ovejas canarias, que pastorean a diario por la zona del Cortijo Casa la Data, la Degollada de Becerra, así como por la Presa de las Niñas.

El premio lo recibieron en un encuentro excepcional en el Palacio de Congresos de Infecar, debido a la crisis del coronavirus. Pese a ello, el consejero del Sector Primario del Cabildo, Miguel Hidalgo, subrayó el esfuerzo realizado "para poner en valor las riquezas de la quesería insular" por los 38 productoras que concurrieron al concurso con 91 quesos que aspiraban a los 18.900 euros en premios en las distintas categorías.

Más allá de los reconocimientos individuales, el propio sector convino en que el éxito de la convocatoria ha supuesto un espaldarazo para el mundo del queso. "Ha sido un sector superviviente y este acto es un reconocimiento", señaló la presidenta de Asoquegran, María del Carmen Pérez, secundada por el presidente de Proquenor, José de la Cruz Mendoza, quien destacó que la cata es a la vez un escaparate y un altavoz "para que se hable de los quesos de la Isla".

No obstante, la fase decisiva de la jornada comenzó precisamente cuando se hizo el silencio y los 17 catadores y catadoras iniciaron la 'cata ciega' para valorar en una escala del 1 al 7 factores como el aroma, la textura y la persistencia en boca, el sabor o incluso el color y detalles que suelen pasar desapercibidos para el público general, como el tipo de agujero, que puede revelar defectos ligados al exceso de grasa o humedad.

Durante más de tres horas, el panel de cata se sumergió en el universo de aromas y sabores propio de la isla que atesora la mayor variedad de quesos de Canarias por la confluencia de dos factores: la utilización de las leches de cabra, oveja y vaca y porque cada queso lleva impresa la huella de su lugar de origen y es deudor de los diferentes pastos, cotas y microclimas o de si ha madurado en una cueva orientada a naciente o poniente.

Una de las integrantes del panel de cata, Ruth Lozano, con más de veinte años de experiencia y con participaciones en múltiples eventos internacionales como las citas de World Cheese Awards celebradas en Italia o Noruega, confirmó en un descanso que la producción grancanaria regala "muchísima diversidad y personalidad" y le llamó la atención el "feliz regreso" de los quesos curados de vaca.

El queso sobrante del concurso se repartirá entre organizaciones sociales por decisión de Proquenor y Asoquegran. Aparte de la dotación económica, los premiados podrán promocionar su producto en eventos del Cabildo de Gran Canaria, pues la Institución insular adquiere para sus actos lotes de queso de 50 kilos en las distintas modalidades y categorías que especifica el Servicio Técnico de Extensión Agraria.