Gran Canaria vivió ayer otra tórrida jornada aunque con una leve bajada de las temperaturas máximas con respecto a los días anteriores, con 39,1 grados centígrados en las medianías de San Bartolomé de Tirajana, o los 37,5 grados en la villa de Agüimes alcanzados al mediodía tras un amanecer marcado en las zonas del litoral por nieblas de advección, que son las producidas por masas de aire cálido cargadas de humedad y que se mueven sobre la superficie más fría del agua del mar, dejando postales de nubosidad a cota cero tanto en la capital grancanaria como en el sur de la isla.

Pero este fenómeno no vino solo porque horas antes, durante toda a la madrugada, buena parte de los isleños que residen en las medianías y cumbres trataban de ligar el sueño a temperaturas no compatibles con una velada al uso. En muchos de estos puntos los valores superaban los 30 grados de mínima, como ocurría en Cuevas del Pinar, con 31,7 grados a las seis de la mañana; en Tejeda, con 30,8 a las tres de la madrugada; y en otras localizaciones de menos altitud, como Valleseco, con 27,1 grados también a las tres de la madrugada, o Teror, que 'disfrutaba' de unos más benevolentes, 23, 2 grados centígrados.

Todo ello, nieblas, calor y humedad en la costa, a lo que se añadía una buena dosis de calima que según la previsión de la Aemet ya se encuentra en retirada, aunque mantiene el aviso amarillo por temperaturas en torno a los 34 grados centígrados solo para Gran Canaria, en una franja horaria que abarca desde las once de la mañana a las seis de la tarde en el este, sur y oeste de la isla.

La buena noticia es para esas medianías y cumbres que acumulan varias noches tropicales, que registrarán un "descenso notable de las temperaturas, en especial las mínimas", mientras que en el norte de Gran Canaria y Lanzarote y en las cotas bajas los cielos permanecerá nubosos, incluso con baja posibilidad de lluvias débiles a últimas horas del día, y despejados en el resto de zonas.

Esas precipitaciones muy suaves podrían extenderse en el norte grancanario durante la madrugada de mañana viernes, para un amanecer nuboso tanto en esta zona como en las islas de Lanzarote y Fuerteventura, pero con la apertura de claros a medida que pasen las horas, mientras que en el resto se espera despejado.

Las temperaturas permanecerán estables excepto en las zonas del interior, donde se notará un mayor refresco de la atmósfera, gracias a unos vientos que rolan del nordeste moderado, con intervalos fuertes de madrugada.

Un junio muy cálido y húmedo

Este episodio de fuerte calor ofrece una tregua cuando ya se conocen los datos que arrojan el habitual avance climatológico de la Aemet sobre el pasado mes de junio, que la agencia califica de "muy cálido, muy húmedo", deficitario en horas de sol y ligeramente más ventoso.

Uno de los aspectos más relevantes del informe tiene precisamente que ver con las denominadas noches tropicales en la costa, con un acumulado de 23 días, y que "junto con junio de 2012, este de 2020 es el que presenta el número más alto desde el año 1965".

Asimismo destaca se trata del séptimo mes de junio más cálido desde ese mismo año, el de 1965, y que la temperatura media de las máximas presentaron una anomalía de casi un grado superior, "el undécimo valor más alto desde ese mismo año".

La parte más positiva se refiere a las precipitaciones, ya que fue el décimo más lluvioso desde ese periodo de referencia, 2,5 veces mayor que el valor esperado, sobre todo para las islas occidentales y el norte grancanario.

Si bien apenas suponen un pequeño alivio, de solo tres puntos porcentuales, para paliar la sequía en un año hidrológico que presenta un déficit torno al 47 por ciento, según apunta la agencia estatal en este último resumen mensual.