Chano Rosario Medina y Conchita Armas Saavedra, el pescador y la sardinera de mayor edad de Agaete, izaron ayer la primera bandera azul que luce en la playa de Las Nieves, logrando así uno de los principales objetivos marcados por el grupo de gobierno de la villa, como resaltaba antes de la ceremonia celebrada a las once y media de la mañana, la alcaldesa de la localidad, María del Carmen del Rosario.
Con cielo despejado y un viento que aspiraba a galerna, el pabellón que se eleva a nueve metros de altura en un mástil instalado en la punta del espigón del viejo muelle, remataba extendido una postal de genuino verano con las Montañas Sagradas completando el panorama, mixturado que dejó a Conchita Armas, de 86 años con los pelos como escarpias, esto tras toda una vida acarreando las bañaderas con 20 kilos de pescado en la cabeza, muchas veces embarazada de alguno de sus siete hijos, en un trajín que abarcaba dos idas y venidas desde las Nieves al Valle a pie al día, y que dejó poco antes del cierre por pandemia, tras unos últimos años en que se personaba en la parada de taxis de Guía a publicitar sus sardinitas vivas, frescas del día.
La alcaldesa subrayaba que se trataba de "un día especial por conseguir la bandera azul para nuestro municipio, y porque estoy acompañada por las personas que desde hace muchísimos años se han jugado la vida" por el mar y en la mar, como precisamente "los responsables del izado, Conchita y Chano", para terminar dedicando el acto "a todos los vecinos de Las Nieves: Agaete ha ido prosperando y se lo debemos al esfuerzo de todos ellos, que nos han dejado unas Nieves maravillosa".
Para lograrlo, y según explicaba la concejal de Playas, Elena Rosario, han puesto al día los baños, con elementos que garantizan la accesibilidad a todos los públicos, además de dos rampas que permiten llegar al agua a personas con movilidad reducida. Además se le ha dotado de un servicio de socorrismo desde este pasado mes de junio hasta septiembre, han eliminado fugas que contaminaban las aguas, y con motivo de la pandemia, se ha prohibido fumar y todos los días se desinfecta la propia playa, desde los callaos a las vallas o papeleras, "así como las duchas y baños varias veces al día".
La siguiente meta, según apuntaron tanto Rosario alcaldesa como Rosario concejala, es lograr el mismo emblema para las piscinas naturales de las Salinas.
Chano Rosario, que hoy cumple 87 años, observaba el rebumbio de mejoras echando un ojo atrás. Cuando con su primer barco, el Juanito-y hoy orgulloso armador del muy mejorado y presumido Juanito I-, "cogíamos los atunes ahí mismito", señalando casi al pie de la propia bandera, no sin aconsejar mejorar la "malimpiaíta playa" enrasando unos callaos que ayer aparecían posados en desnivel, un consejo sobre equilibrios que viene de un hombre que pescó durante décadas alongado de la proa de lanchas y falúas tirando de atunes de hasta 700 kilos en báscula, y sin saber nadar. "Pero a mí nunca me pasó nada".
"La mejor del norte"
Un poco más al este, pero casi a tiro de cañón, también había fiesta junto al mar, con el correspondiente izado de la bandera azul de Sardina, que repite en el que ya es su cuarto año consecutivo. Teodoro Sola levantaba el paño, arropado por miembros de la Corporación galdense, y solicitando un poco de paciencia por las obras que recibe la avenida del pueblo costero, y que se han retrasado según explicó por el estado de alarma decretado el pasado mes de marzo.
Sosa, que elevó la muy coqueta bahía como "la mejor playa del norte de Gran Canaria", aseguraba ayer que los trabajos terminarán en "un corto plazo", y permitirán disfrutar con un paseo renovado, con sus nuevas canalizaciones, pavimento, iluminación y mobiliario, y que incluye solarium, así como un mirador en su parte alta, en un proyecto diseñado "para las familias y para las personas que vienen a disfrutar de esta zona de baño tan querida", aseveró.
Para enfatizar, por último, que el entorno natural de Sardina suma el atractivo de ser Zona Especial de Conservación, dentro de la a Red Natura 2000, "cuya finalidad es asegurar la supervivencia de las especies y los hábitats naturales más amenazados de Europa, contribuyendo a detener la pérdida de biodiversidad ocasionada por el impacto adverso de las actividades humanas".
