El municipio guiense despide hoy a uno de sus más destacados emprendedores de las últimas décadas. Salustiano Álamo Suárez (Guía, 1935) falleció en la madrugada de ayer en su domicilio de La Atalaya. Su sepelio tendrá lugar esta tarde a las 17:30 h. desde el tanatorio María Auxiliadora de la ciudad norteña al cementerio municipal.

Concejal durante las décadas de los años 70 y 80 del siglo pasado, fue distinguido años más tarde como hijo predilecto de la ciudad en reconocimiento a los méritos de su trayectoria empresarial y política, además de promotor de la Lucha Canaria.

En el ámbito empresarial, su taller de relojes y joyería en Lomo Guillén ha sido siempre una referencia de la actividad comercial. Entre su labor de relojería resalta el mantenimiento que a lo largo de su vida profesional ha hecho con el reloj de la iglesia parroquial donado por el escultor José Luján Pérez. Labor en la que le precedieron su abuelo Salustiano Álamo Santana en 1928, y Fabio Álamo Hernández, su padre, en 1969.

En cuanto a su faceta política, osciló entre el conservadurismo y el centrismo ideológico de la época, pese a que le generó alguna tensión coyuntural en la relación con su padre, combativo militante socialista. De su larga etapa en dos periodos como cargo público, Salustiano tenía a gala evocar sus logros y esfuerzos con los problemas de la discapacidad, cuya situación conocía muy de cerca en el propio seno familiar. Uno de sus hijos, Alberto, fallecido tiempo atrás, nació con el síndrome de Down. Era, sin embargo, o quizás por ello, el más querido y mimado por su progenitor, de modo que le acompañaba a todas las citas de Lucha Canaria. Precisamente se atribuye un deterioro vertiginoso de la salud de Salustiano Álamo a raíz de la desaparición de este hijo. Su estado de ánimo quedó seriamente tocado y no superó el revés de la pérdida filial.

Suya fue la iniciativa como concejal para la compra de suelo y construcción posterior del primer Centro Ocupacional en el municipio. Fue dotado de casi cuarenta plazas para albergar a aquellas personas de la comarca con algún grado de discapacidad. Salustiano Álamo "movió Roma con Santiago" a nivel insular y regional a fin de conseguir el objetivo. Incluso con alguna misiva a la Casa Real, en concreto a la Reina Doña Sofía, que años antes había visitado Guía, siendo princesa, junto al entonces príncipe Juan Carlos.

La sensibilidad social por estos colectivos vulnerables le situaron al frente de asociaciones que buscaban respuestas urgentes de la sociedad y de las instituciones a su realidad, no escatimando tiempo, ni tenacidad, para concienciar a los demás y demandar soluciones.

Ciudadano ejemplar

"Gracias en gran parte a su tesón y trabajo, Guía cuenta hoy con tres centros dedicados a las mejoras sociosanitarias y laborales de estos grupos", recuerda Pedro Rodríguez, alcalde del municipio norteño. El edil, muy amigo de Salustiano Álamo Suárez, lamenta el fallecimiento de éste, al que califica de "ciudadano ejemplar, entrañable y discreto que procuraba manifestarse en todo momento con humildad, a la vez que comprometido permanentemente con los derechos de las personas con discapacidad".

Por su parte, Teodoro Sosa, alcalde de Gáldar y consejero de la Presidencia del Cabildo de Gran Canaria, tampoco regatea elogios para la figura y labor del personaje. "Me pareció siempre un hombre comprometido. Lo recuerdo inseparable de su niño Alberto en casi todas las luchadas. Esto resume con claridad y contundencia sus principales retos sociales", afirma el político galdense. "Era además un buen conversador de trato afable cuando coincidíamos cada año en la tradicional procesión de la Virgen de Guía. Y Gáldar le reconoce su trabajo comarcal. Confío en poder expresar personalmente mi sentido pésame a su familia", añadió.

Juan Santana González, ex consejero del Cabildo grancanario, que compartió candidatura con Salustiano Álamo para convertirse ambos en concejales en la segunda mitad de los años 70, se muestra consternado por el óbito de su amigo: "se va el mejor compañero que he tenido en la vida. Nos hemos entendido mutuamente sin el menor recelo. Nuestra conexión era extraordinaria y perfecta. Jamás nos decepcionamos en esta fructífera relación humana y política en favor de nuestro municipio guiense".

El profesor Augusto Álamo alaba la extraordinaria memoria en otro tiempo de su primo Salustiano Álamo para narrar historias de la saga familiar, a la que pertenecía el tío de ambos, el gran Néstor Álamo: "Manteníamos una relación cordial. Por ser el superviviente mayor de la familia Álamo nos ilustraba a menudo a los más jóvenes con interesantes relatos que desconocíamos y que le agradecíamos. Independientemente de lo que ya se sabe de su inquietud con la discapacidad y la Lucha Canaria, practicaba el deporte cinegético, sin descuidar su afición por la cría del perro majorero".

En los últimos años la Lucha Canaria ha reconocido a esta figura su trabajo en otros tiempos por el deporte vernáculo. No en vano fue presidente del C.L. Ramón Jiménez durante 17 años, y miembro de la Federación de Lucha Canaria. Ha dejado constancia de su gratitud a través de homenajes varios y rotulando el terrero de Lucha guiense con su nombre.

"Era como un padre para la mayoría de los deportistas", puntualiza hoy Juan Manuel Santiago Estévez, ex presidente del Ramón Jiménez, y conocido como "Magüé" en los terreros cuando competía en las agarradas de la época, junto a otros valores como Zoilo Domínguez (Pollo de Moya), José Luis (Pollo de la Plaza), Félix Díaz y Pancho el Rubio, entre otros. No duda en señalar que hoy es un día de luto para la Lucha Canaria porque se ha ido uno de los dirigentes que más la han defendido desde los años 70 hasta ayer.

Su pesar es compartido con todos esos colectivos y amigos por los que se desvelaba Salustiano Álamo Suárez. Pesar que merece ser transmitido a la viuda, María del Pilar Gil Jiménez, a sus hijas Arancha y Katy, y a su hijo Salustiano Álamo Gil.