La Policía Nacional se ha encontrado una muralla en Tunte. Los vecinos del pueblo de San Bartolomé de Tirajana se han lanzado a la calle para obstaculizar la llegada de un grupo de migrantes a la residencia escolar de la zona. Lugar escogido por la Delegación del Gobierno para que el grupo de recién llegados realice la cuarentena. Los vecinos se han acercado a los agentes de Policía para negociar la llegada de los migrantes, y uno de los residentes ha pedido a uno de los agentes que "vuelvan los 100 que se fueron en lugar de los nuevos".

La idea ha levantado el aplauso del resto de manifestantes que escuchaba con atención la conversación con las autoridades. "No nos moverán" o "el pueblo unido jamás será vencido" son algunas de las consignas que han coreado tras los contenedores de basura que han colocado para impedir el paso. Los vecinos de este pueblo, de 596 habitantes, mantenían hasta las 20.00 horas cortada la calle que da acceso a la residencia con contenedores de basura, depósitos de reciclaje de cartón y vidrio, ramas y restos de poda.

Los trasladados forman parte del grupo de 71 personas que llevan tres noche pernoctando bajo carpas de la Cruz Roja en el muelle de Arguineguín, a la espera de que se asigne un recurso de acogida donde pasar la cuarentena obligatoria en el protocolo covid. En el lugar donde van a ser hospedados en Tunte, que también gestiona la Cruz Roja, residían desde hace meses otros 80 migrantes africanos, que llegaron en anteriores pateras.

En algunos de los mensajes que han circulado en la convocatoria de esta protesta se alude a la condición de posibles portadores del coronavirus de las personas que van a pasar allí la cuarentena. En un comunicado difundido esta tarde, el alcalde en funciones de San Bartolomé de Tirajana, Samuel Henríquez (Nueva Canarias), también se refiere a estas personas como "doce migrantes sospechosos de covid-19".

Una portavoz de la Delegación del Gobierno en Canarias ha remarcado que ninguno de los migrantes que van a ser trasladados a Tunte para pasar la cuarentena que se exige a todo el que llega en patera a las islas ha dado positivo en las pruebas PCR a las que han sido sometidos en estos tres días.

El alcalde en funciones centra la oposición a este traslado en dos puntos: en el hecho de que a su Ayuntamiento ni se le ha consultado (dice haberse enterado por los vecinos) y, sobre todo, el desalojo para derivar a otros puntos de la isla a los otros 80 migrantes que vivían allí y que "se habían integrado en el pueblo y participaban de sus actividades".

"Este nivel de integración ha costado meses, no ha sido fácil para nadie pero, por fin, se habían convertido en unos vecinos más, estamos hablando de personas que buscan una nueva vida e integrarse. En Tunte lo hemos conseguido, no entendemos esta decisión", añade.