La alcaldesa de San Bartolomé de Tirajana, Conchi Narváez (PSOE), ha afirmado este jueves que los vecinos de Tunte "no se merecen este trato", en referencia al traslado de migrantes con Covid-19 a la residencia escolar de la localidad para pasar ahí la cuarentena.

Tras las imágenes que han saltado incluso a los medios nacionales este miércoles en las que se veía a los vecinos de Tunte plantando barricadas para evitar la entrada al pueblo de una guagua con los 13 migrantes infectados de coronavirus, la alcaldesa ha asegurado que pedirá responsabilidades a la Delegación del Gobierno "por la mala gestión en este traslado".

Con un escueto mensaje en Facebook, Narváez ha lamentado que en este traslado "ha faltado comunicación y coordinación" para luego insistir en que "los vecinos del pueblo participan y acogen con la manos abiertas cuando se lo piden y les dejan participar, no protestan contra las personas, su enfado viene por las malas condiciones del centro y sus servicios".

Además, la regidora sureña también ha expuesto que hubiera sido "más fácil" contar con el pueblo de Tunte que "enfrentarse a ellos". "Nuestro esfuerzo ha sido intentar coordinar esta situación pensando en el bienestar de los migrantes afectados y en los recursos del pueblo de Tunte, pero no ha podido ser", ha agregado a renglón seguido.

Finalmente, la alcaldesa ha mostrado su preocupación por "la situación de los 80 inmigrantes que ya se habían integrado en el pueblo y han sido trasladados", en unión con el comunicado que emitió el Ayuntamiento este miércoles y que recogía las declaraciones de su primer teniente de alcalde, Samuel Henríquez, de Nueva Canarias (NC).

El Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana y vecinos del municipio rechazaron el miércoles el traslado de contagiados de la Covid-19 al centro de inmigrantes de Tunte y consiguieron que no se acoja en esas instalaciones a las 13 personas que han dado positivo en las pruebas con PCR. Tras un día de tensión en los alrededores del albergue, donde incluso se levantaron barricadas para impedir el paso a los vehículos policiales, la presión de los vecinos obligó a llevar a esos afectados de coronavirus a otros centros de la Cruz Roja.

Ya de noche, entre forcejeos de vecinos y policías a la llegada de la guagua, 28 de los 71 inmigrantes que estaban bloqueados desde el pasado domingo en el puerto de Arguineguín quedaron instalados en Tunte, donde pasarán la obligada cuarentena de todos los que llegan en pateras.