El pueblo de Tunte, capital de San Bartolomé de Tirajana, honró ayer a San Bartolomé, patrón de la localidad, con una sencilla misa en la iglesia del casco y alejado de las celebraciones multitudinarias de otros años como consecuencia de las restricciones impuestas por la propagación del coronavirus. Este año tampoco se ha celebrado la tradicional procesión de la imagen por las calles del pueblo ni la Bajada del Carbonero, que en esta ocasión habría celebrado su XIX edición. Tunte recordó así el 541 aniversario de la incursión de los castellanos por la caldera de Tirajana durante la conquista de Gran Canaria, donde fueron atacados por los nativos. La batalla tuvo lugar la noche del 24 de agosto de 1479.