El Ayuntamiento de Mogán reclamó ayer al Gobierno de España que disponga de un mando único para resolver la crisis migratoria y la llegada de pateras a Canarias y que se responsabilice de la situación de las más de 4.300 personas que han arribado a las Islas "porque la paciencia tiene un límite" y es probable que si el Estado no asume ya sus competencias, el Consistorio opte por "tomar todas las medidas que considere necesarias". Pero antes de llegar a esa situación, la Corporación esperaba poder mantener una reunión con el ministro de Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, en una visita que tenía prevista a Gran Canaria esta semana, pero que canceló durante la jornada de ayer, en plena crisis migratoria en el Archipiélago y ante la falta de recursos para atender a las personas desplazadas.

En una rueda de prensa celebrada ayer junto a Ricardo Ortega, patrón mayor de la cofradía de pescadores, frente al campamento que Cruz Roja ha habilitado en el muelle de Arguineguín, donde 332 migrantes duermes hacinados a la espera de su traslado a otros centros, la alcaldesa de la localidad, Onalia Bueno, calificó de "inhumana" la permanencia de los migrantes a ras de suelo en el muelle y describió la situación como "crítica" porque muchas de estas personas llevan durmiendo allí más de una semana y no hay visos de reubicación en centros dignos.

En este sentido, la alcaldesa moganera criticó que la Secretaría de Estado de Migraciones haga caso omiso de las reivindicaciones de las administraciones canarias y contenga a los migrantes en unas islas que no cuentan con recursos suficientes para acogerlos a todos, en vez de trasladarlos a otros centros del país para que sean acogidos dignamente. Por ello, pide solidaridad territorial y responsabilidad o, advierte, Mogán "tomará todas las medidas que considere" para revolver la situación porque, asegura, "la consigna del Gobierno es mantener a los inmigrantes retenidos en las Islas". "Esta presión no se puede aguantar", subrayó.

A su parecer, la solución a la crisis migratoria no pasa por habilitar hoteles, como ya se ha hecho en San Bartolomé de Tirajana, donde se acoge a 296 personas, y en la capital, donde se alojan otras 60, sino por poner en marcha una "política coordinada y de solidaridad territorial en España y Europa". "Esto es un problema de Estado y como tal se debe resolver".

En este contexto, para Onalia Bueno la solución pasa por replicar la gestión que se hizo durante la crisis migratoria de 2006, cuando llegaron a las Islas más de 36.000 personas y se estableció un mando único que coordinó varios ministerios. "Tenemos una ministra canaria, Carolina Darias, que además estuvo en primera línea de la crisis migratoria de 2006 cuando estuvo en la Delegación, creemos que es la persona perfecta para coordinarlo ahora", apuntó Bueno. Por eso, apela a la responsabilidad para dar una salida digna a los migrantes. "Somos la frontera sur de Europa y debemos atenderlos en las mejores condiciones pero no dejarlos en Canarias porque su idea es atravesar España para irse a Europa, pero es la Secretaría de Estado la que ordena que se queden aquí y eso no lo podemos tolerar".

Durante su intervención, la alcaldesa insistió además en que el muelle de Arguineguín no solo no reúne las condiciones para albergar a personas, sino tampoco condiciones de seguridad. En este sentido, reveló que durante la madrugada de ayer huyeron tres de los migrantes allí retenidos y fueron localizados y detenidos por la Policía Local a las 09.30 de la mañana en la Playa del Cura. Lo hicieron sin conocer los resultados de las PCR.

Inseguridad

Por eso, indicó, considera que supone una mayor inseguridad para los vecinos de la zona. "Nos han dejado solos", afirmó, "Mogán ha sido siempre un municipio de acogida, solidario y hospitalario, pero todo tiene un límite".

Bueno está de acuerdo en que Arguineguín sea el puerto base del Salvamar Menkalinan, pero reclama "una respuesta más ágil para evacuar las pateras que nuevamente se acumulan", después de retirar 25 a finales de julio y desinfectar el muelle. Estas pateras crean malos olores y suciedad.

La alcaldesa hace un llamamiento a la calma de la ciudadanía y agradeció su paciencia, al tiempo que manifestó que siempre se posicionará de lado de sus vecinos. "No podemos tolerar esta situación y continuar pasivos", dijo.

Por su parte, Ricardo Ortega, patrón mayor de la cofradía de pescadores, recordó que la situación afecta al sector dado que la acumulación de pateras genera problemas de salud pública al desprender malos olores. Además, explicó que hay algunas semi hundidas y que algunas garrafas de gasolina han llegado a la costa.