El Cabildo de Gran Canaria recibió este domingo, a través de su servicio Cecopin, medio centenar de llamadas alertando de invasión y daños en propiedades privadas causados por cazadores en el primer día de cacería con escopeta en la isla. Además, como ha informado la corporación en un comunicado, este lunes ha llegado al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre un aguililla, especie protegida, con el húmero partido por un disparo.

Las llamadas para denunciar esas invasiones y cazar cerca de propiedades comenzaron desde el inicio de la temporada de caza, si bien este domingo, por ser el primer día de cacería con escopeta para perdices rojas, palomas bravías y animales asilvestrados, se produjo un repunte.

El colectivo de cazadores, recuerda el Cabildo, debe respetar la normativa vigente de las zonas de seguridad, para no cazar con arma a menos de 50 metros de embalses y caminos, a menos de 100 metros de viviendas y núcleos poblacionales, y no a menos de 200 en zonas concurridas como jardines y parques. Del mismo modo, se deben respetar las propiedades privadas, con o sin armas, ya sean viviendas o cercados, que es a donde van a refugiarse los animales una vez han ido escapando de las batidas a campo abierto.

Aunque la corporación insular subraya que son una minoría de cazadores con respecto a las 3.690 licencias, a veces se adentran en esas propiedades para buscar la pieza, lo que ocasiona las llamadas por daños en tuberías, candados, vallas, cadenas y hasta muros de piedra para recuperar los hurones. Generan malestar y perjudican al resto del colectivo, añaden, pues esta práctica de entrar para cazar está totalmente prohibida.

Este domingo se sumaron cazadores de Tenerife y Lanzarote, de manera que la actividad en la cumbre fue incesante y los agentes de Medio Ambiente atendieron las situaciones más acuciantes, incluido un enfrentamiento con cazadores que se adentraron en un cercado con ganado. La nota recuerda que las sanciones previstas por la Ley de Caza de Canarias se clasifican de leves a muy graves y las sanciones oscilan entre 30 y 9.000 euros y puede acarrear la retirada de la licencia y la inhabilitación para obtenerla durante uno a ocho años.

El colectivo de cazadores también debe recoger sus cartuchos, no pueden superar el número de piezas permitidas, ni el número de perros.

La veda se mantiene en los terrenos afectados por los incendios del verano de 2019, es decir, en 9.800 hectáreas distribuidas entre Artenara, Tejeda, Valleseco, Moya, San Mateo, Gáldar, Agaete y Guía, las reservas naturales de los Tilos, Barranco Oscuro, Inagua y las Dunas, en todas las zonas de exclusión y uso restringido de los parajes protegidos y en el Sitio de Interés Científico de Juncalillo del Sur, la Finca de Osorio, la Laguna de Valleseco, el arco entre las Salinas de Arinaga y Bahía de Formas, Corral de los Juncos, Llanos de la Pez, la Caldera de Bandama y en la zona de seguridad del Polvorín de Barranco Seco.

Además, la orden publicada por el Gobierno canario y que sigue las determinaciones del Cabildo prohíbe la actividad cinegética en los vedados del Barranco de la Virgen y Azuaje para proteger la incipiente población de la paloma rabiche.

Aguililla

La aguililla llegó ayer al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Gran Canaria, donde será operada por el personal del Cabildo mañana martes para tratarle este traumatismo y extirparle el perdigón.

Se trata de un ejemplar macho adulto que fue hallado malherido ayer en medio del campo en Las Lagunetas, en San Mateo, por una viandante que alertó al Centro de la Institución y esperó junto al animal hasta que llegaran los técnicos.

Esta ave rapaz, que está catalogada como especie protegida, se extiende por gran parte de Europa, y en Gran Canaria se la puede observar en la zona de cumbre.