Doce días después de izarla con gran boato político, el Cabildo de Gran Canaria se vio obligado ayer a retirar la bandera de la Fuente Luminosa por temor a que se la lleve la ligera brisa que sopla estos días en la capital. Pese a que no existe ningún tipo de alerta meteorológica y la velocidad del viento ha sido prácticamente la misma durante los últimos días, la empresa encargada del mantenimiento arrió la insignia de Gran Canaria a las 13.00 horas y generó un gran revuelo en los alrededores de la Plaza del Fuero Real.

Tal fue la sorpresa que el presidente del Cabildo, José Miguel Bravo de Laguna, no sabía que la bandera estaba arriada cuando los periodistas le preguntaron por los motivos. Tras admitir que desconocía lo que había ocurrido, se limitó a señalar que "puede ser por una cuestión de precaución, a causa del tiempo". Los demás miembros del gobierno insular tampoco estaban al tanto, por lo que hubo que esperar unas horas más tarde por la versión oficial.

Durante ese tiempo, nadie en el Cabildo grancanario conocía si la bandera había sido retirada o se había caído del mástil, como ocurrió en 2006. Hasta que por fin se supo que la persona encargada de la vigilancia de la bandera había decidido retirarla por precaución.

El Cabildo aprobó la instalación de la superbandera el 30 de marzo de 2006 en medio de una gran polémica entre el entonces presidente insular, José Manuel Soria, y los grupos de la oposición, que consideraron "un derroche" el gasto de 360.000 euros. Se izó el 30 de septiembre y siete días después apareció tirada en el suelo de la plaza. Se repuso tres días más tarde, pero se volvió a retirar con un informe que advertía de su peligrosidad en días de viento.