| Un gerente bajo sospecha. Los recelos políticos en torno al gerente ralentizaron la ejecución de proyectos los dos primeros años, y cuando ahora empezaban a arrancar las primeras actuaciones la crisis y el adelanto de las elecciones cuestionan su continuidad.

| Otra administración. José Miguel Bravo de Laguna ha dejado claro que el Consorcio es un instrumento útil siempre que funcione como una ventanilla única, pero si ha de convertirse en otra administración adicional "no tiene sentido" que se mantenga.