Los ganaderos de Gran Canaria amenazan con sacrificar sus animales en otras islas, en concreto en Tenerife, debido a los retrasos y el caos organizativo en el Matadero Insular que provocan retrasos en el sacrificio de los animales. Los problemas se han incrementado en verano, lo que ha llevado a los usuarios a pedir una reunión urgente con el Cabildo para buscar una solución. El vicepresidente y responsable del área de Ganadería, Fernando Bañolas, reconoce las deficiencias y se plantea el nombramiento de un gerente para mejorar el funcionamiento y "evitar las altas pérdidas" que genera el Matadero de Jinámar.

Los ganaderos han transmitido sus quejas a través de la Agrupación de Defensa Sanitaria de Ganado Porcino de Gran Canaria, que en un escrito dirigido a Bañolas advierten con la quiebra de las granjas dedicadas a la cría de cerdos. "Deseamos encontrar una rápida solución a estos problemas y que no se vuelvan a repetir, evitando así tener que ir a otros mataderos, fuera de la isla, para sacrificar nuestro ganado y evitar nuestra ruina y desaparición", señala el documento de esta organización, que representa al 85% de las explotaciones de ganado porcino de la Isla.

Otros propietarios han hecho cálculos y aseguran que les sale más rentable sacrificar su ganado en la isla de Tenerife y traer la carne a Gran Canaria. Es el caso del ganadero firguense Santiago Pulido, quien asegura que el funcionamiento del Matadero en los últimos tres años "es un desastre" .

A finales de agosto se acabó la paciencia de los ganaderos, después de varios retrasos en la realización de las pruebas de triquinosis y la imposibilidad de sacrificar los cerdos en el día fijado por el propio Matadero. En el escrito se señala que existe "una gran alarma" en el sector no solo porque los animales pierden peso y se les genera un estrés innecesario debido a que pasan más de 48 horas hasta que son sacrificados, sino porque los proveedores de carne a los mercados no pueden recibir las carnes en canal en los días y en el horario previsto.

Esta situación, según las explicaciones que les han dado a los ganaderos, ha sido creada por la jornada reducida de los funcionarios durante el verano. Como consecuencia de esos retrasos, los proveedores se suministrarán de carne procedentes de la Península, lo que se desencadenará una pérdida de clientes.