Aeródromo.

En el transcurso de varias décadas los sucesivos gobiernos de la autonomía han pasado por el norte de Gran Canaria, la comarca más deprimida económicamente, para hacer estudios sobre su futuro. En sus lindes caben hasta aeródromos, según una propuesta que hizo en su día el entonces consejero de Economía, José Carlos Mauricio.

Golf y puertos.

Pero es en 2004, en pleno boom de la construcción, cuando un estudio de la empresa pública Sodecan, realizado "para sacar al Norte de su profunda crisis", dibuja una especie de Miami isleña. Para Gáldar contempla el nuevo centro comercial, "que reforzará su posición dominante en cuanto al desarrollo de su actividad económica". Pero ello en un contexto que incluye zonas de atraque en Sardina y El Puertillo, Arucas. Dos puertos deportivos, uno en San Felipe, Guía, y otro en La Aldea, de 150 atraques. Y dos campos de golf en Gáldar, y otro en Guía.

Granjas marinas.

El informe propone también 90 hectáreas de cultivos "para autoconsumo", un polígono ganadero para grandes explotaciones y la implantación de granjas marinas. Además de un polígono industrial con un mínimo de un millón de metros cuadrados que incluiría las viviendas y zonas de ocio para sus trabajadores, ubicada "a ambos lados de la carretera general del Norte".

Rechazos. El informe, al igual que otros realizados con las más variopintas ideas -como la pista de nieve artificial en la montaña de Arucas, la terminal del jet-foil en Sardina o la macrogranja de avestruces en Botija-, no contemplaba cómo articular esos proyectos dentro de sus planeamientos, especialmente cuando es el propio Gobierno de Canarias el que, en el caso del centro comercial e Gáldar, el que interpone demandas judiciales a las modificaciones de los planes urbanos.