La Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas ha impuesto tres años y seis meses de prisión al empleado de La Caja Insular de Ahorros de Canarias que fue juzgado la semana pasada por estafar más de un millón de euros a 34 clientes en una sucursal de Vecindario.

La sentencia, de la que es ponente el magistrado Carlos Vielba Escobar, condena a José Agustín Díaz del Pino por un delito de apropiación indebida, y le absuelve del delito de falsedad en documento mercantil. El tribunal, además de los tres años y medio de prisión, también impone al empleado una multa de nueve meses a razón de un euro diario, así como una indemnización a favor de la entidad financiera de 1.165.708 euros.

El propio acusado reconoció durante la vista oral que se quedó con el dinero de sus clientes. Según los hechos probados, José Agustín Díaz recibía el dinero para "realizar diferentes operaciones y productos bancarios y financieros", pero, "guiado por el ánimo de obtener un beneficio patrimonial ilícito", destinó esas cantidades "a su patrimonio" sin realizar las gestiones a las que se había comprometido ni reembolsarlas a las cuentas de sus dueños.

El fallo judicial también declara probado que La Caja de Canarias indemnizó con más de un millón de euros a todos los clientes estafados. Además, antes de la interposición de la querella, el 4 de julio de 2008, José Agustín Díaz admitió ante La Caja que había sustraído 873.258 euros a 19 clientes.

El empleado, que trabajaba con la categoría de gestor de clientes, cometió las apropiaciones indebidas entre el 13 de julio de 1992 y el 4 de julio 2008, según considera probado la Sección Sexta de la Audiencia de Las Palmas.