Fin al culebrón de Ikea en La Mareta. O eso parece. El concejal de Urbanismo de Telde, Francisco López, anunció ayer que la multinacional Ikea recibirá la próxima semana licencia para poder construir la nueva tienda que desde hace años tiene proyectada en uno de los vértices del parque comercial de La Mareta, junto a Alcampo.

La previsión de los inversores privados es la de gastarse en este edificio al menos 25 millones de euros, pero los trabajos, que se retomaron en 2010 con la conclusión del desmonte de la parcela comprada por Canaspen, la franquicia de Ikea en Canarias, tuvieron que paralizarse en abril después de que el consistorio alertase, en un informe de un técnico, que se estaba produciendo un "exceso de edificabilidad" conforme a lo dictaminado en el planeamiento.

Este bloqueo encendió las luces de alarma en la dirección de la compañía, que incluso comenzó a manejar la opción de marcharse de Telde habida cuenta de las dificultades surgidas en esta última década para hacer cumplir su viejo sueño de mudarse desde la zona industrial de Salinetas.

López señaló ayer que un nuevo informe de los servicios jurídicos, suscrito por el actual jefe de servicio, José Luis Mena, y su antecesora en el cargo, Eloísa Gil, zanja la polémica al considerar que el boceto manejado por Ikea se atiene a lo estipulado por el Plan General de Ordenación de 2002. El documento avala las tesis defendidas por dos expertos externos requeridos por Canaspen y viabiliza con ello la creación de un inmueble que contará con 450 aparcamientos bajo rasante y una altura total de 9 metros, con dos plantas que ocuparán en su totalidad la parcela de 8.000 metros cuadrados. Las estimaciones de Ikea fijan en 100 el número total de puestos de trabajo que se podrían crear en el nuevo establecimiento, si bien López, que atribuyó todo el conflicto a "un error en el planeamiento", habló de 150. El inmueble podría estar acabado a finales de 2012.