La Cooperativa Agrícola del Norte prepara el primer envío de papaya a la Península desde Gran Canaria, un tanteo de 10.000 kilos que partirán la próxima semana -si la temperatura y las horas de insolación lo permiten-, desde varias fincas de La Aldea de San Nicolás.

Con este contingente, la que es la cooperativa más antigua de la Isla, fundada en 1922 y que agrupa a 300 agricultores, pretende hacerse un nicho de mercado con una fruta tropical considerada un superalimento por sus múltiples beneficios para la salud y que, además, porta una etiqueta en cada unidad con la marca "Producto de Gran Canaria, una isla de sabores" gracias a la iniciativa de los propios agricultores de aprovechar la exportación del producto para expandir la imagen de la principal industria insular, gracias al apoyo prestado por el Patronato de Turismo, que ha elaborado las etiquetas y que se acogió a la idea desde el minuto uno.

El proyecto pretende colocar en Portugal y la España continental, y más adelante en Holanda y Alemania, 1.500.000 kilos de papaya al año de la variedad Intenzza, si bien se está a la espera de que la Consejería de Agricultura del Gobierno de Canarias publique las normas de producción integrada para poder saltar a los dos últimos destinos citados.

Hasta ahora los intentos para introducir la papaya de variedad tradicional en el circuito de exportación han sido infructuosos por su poca capacidad de resistencia. Con la Intenzza, de México, ya es posible, según fuentes de la cooperativa, por su mayor ciclo de vida, lo que ha animado a una docena de asociados, la mayoría de La Aldea, pero también de otros puntos de la Isla, a cultivar una superficie conjunta de unas 24,5 hectáreas.

Esta apuesta de los cooperados surge de la necesidad de fomentar la agricultura recurriendo a otros productos de exportación, principalmente los que son imposibles de cultivar por su clima en las huertas de España y Europa. En el caso de la Intenzza la competencia ahora mismo la plantea la fruta de origen brasileño, a la que según los productores se le puede retar a una competencia efectiva.

Dentro de esa dinámica también se está experimentando con la sandía, con un envío ya realizado la semana pasada pero que, en ningún caso, pretenden sustituir al plátano y el tomate de exportación. Esto a pesar de que en el caso del plátano los precios de referencia el pasado año, según sostiene la cooperativa, han sido muy bajos, de ahí que exija que "se le dé a la agricultura la importancia que tiene, con más inversión en investigación y desarrollo, más subvenciones y el empleo de las nuevas tecnologías, todo ello para la incorporación de más jóvenes al sector".

Alicia González Sánchez es economista y gerente de la Cooperativa Agrícola del Norte de Gran Canaria. Califica el primer embarco de "histórico" en la Isla por la apertura de otro frente en Europa, pero también por vincular la exportación de un producto agrícola con la promoción de Gran Canaria. "Ya que vamos a exportar", afirma, "debemos relacionar el turismo con la agricultura, mantener los dos sectores más relacionados porque no tiene sentido trabajar cada uno por su lado".

Patronato de Turismo

"Una isla de sabores", que es el lema promocional que se añade a la etiqueta, crea una sinergia. El consumidor tiene en sus manos una fruta de calidad con una información atractiva de su lugar de origen. Y cuando venga verá una isla bonita, cuidada y cultivada". González añade que son los agricultores los que harán el esfuerzo de pegar una a una las etiquetas, y que la original propuesta partió de la cooperativa, algo que no hubiera posible sin la "muy buena respuesta del consejero insular de Turismo, Roberto Moreno, y un personal del Patronato de Turismo muy receptivo que enseguida se puso las pilas".

Ahora queda que el mercado se engolosine, porque en la Península es una fruta desconocida. Mientras en Canarias su consumo es de tres kilos por persona y año, allá es de apenas 90 gramos.