La Sardina de Maspalomas emprendió su último viaje desde la plaza de San Fernando y tres horas después ardía en el centro comercial Yumbo, con gran pena de las miles de mascaritas que durante las dos últimas semanas han tomado las calles de la localidad para festejar el carnaval más tardío de la isla. Ya durante el trayecto hubo viudas y viudos que se retorcieron de dolor ante tan lamentable perdida, todo bajo la mirada de los sorprendidos turistas que deambulan entre las playas y los hoteles.

Los peores momentos se vivieron cuando el fuego convirtió en cenizas al pobre pescado, momento en que muchos se dan cuenta de que tendrán que esperar un año para un nuevo desenfreno. Solo el espectáculo pirotécnico final pudo aliviar tanto dolor.

La organización del Carnaval dio a conocer ayer los premios de la gran cabalgata de la tarde-noche del sábado por las calles de Playa del Inglés. La carroza ganadora fue la patrocinada por la empresa Amanda Bus, con la fantasía Entre Neptuno y Yazmín al Carnaval de Maspalomas me fui. El segundo premio recayó en la carroza masculina del Club Náutico de Las Palmas de Gran Canaria, con la fantasía Cruceros Zumbo 2016, y el tercero en la carroza presentada por la empresa Elmasa, con la fantasía Las sirenas del Atlántico. Hubo un total de 95 participantes, que junto a mascaritas y público contabilizaron cerca de 100.000 personas.