Rafael Molina Petit, gerente del Consorcio para la Rehabilitación Turística de San Agustín, Maspalomas y Playa del Inglés, que promovía y sufragaba la obra de la escollera en el Faro, aseguró ayer que el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana se ha visto obligado a parar esta actuación para evitar la protesta ciudadana. Molina Petit manifestó que "Maspalomas es un símbolo de la Isla, como el Roque Nublo, y parece evidente que tocar esta playa generará siempre polémica y debate". Tras la orden de paralización dictada por la alcaldesa, María del Pino Torres, el pasado lunes, Maspalomas amaneció ayer sin vallas metálicas, sin la caseta de Tragsa, y sin una sola piedra de las que en tres jornadas laborables se trajeron de las playas de El Veril y El Cochino.

El gerente del Consorcio volvió a defender la necesidad de construir una escollera desde el Faro hasta el final del centro comercial Oasis, y precisó que se trataba de una obra sencilla que contaba con el visto bueno de la Demarcación de Costas, pero que se ha ido "fuera del tiesto" debido a que quizás el propio Ayuntamiento no ha sabido explicar bien qué se iba a hacer en esa parte de Maspalomas. En este sentido, Molina Petit sentenció que "una vez más, como ha sucedido en tantas otras cuestiones en Gran Canaria, la repercusión mediática se ha vuelto en contra del interés general".

El efecto que la descarga de piedras en Maspalomas alcanzó en las redes sociales empezó a tener más impacto turístico internacional que el efecto que causa al visitante el estado de la playa, según comentó ayer el gerente del Consorcio. Además, reconoció que era "muy complicado" seguir la obra con la protesta vecinal en la playa todos los días precisamente por la repercusión que tiene a nivel turístico estas acciones.

También los empresarios del centro comercial Oasis se mostraron ayer molestos con la contradicción del Ayuntamiento a la hora de actuar en la playa en tanto que Costas había aplaudido la escollera. A este respecto mostraron unanimidad a la hora de proteger esta costa del oleaje e incluso alegaron que si se miran fotos de hace 30 años se ve que "el mar va ganando terreno". Félix Miranda, que regenta El Senador, insistía en que son muchos los turistas que se caen por las piedras [algunos han sido atendidos], y que ninguna playa del mundo tiene un acceso como el del Faro. Enfatizó que "con lo que ha costado que Costas aceptara esta obra, llegan unos surferos y lo paran todo".

Sin embargo, no se ponían de acuerdo los empresarios sobre la necesidad de hacer un paseo de arena desde el Faro hasta el puesto de la Cruz Roja. La conexión del Faro con los hoteles de Meloneras ha hecho que este acceso se haya convertido en la entrada principal a Maspalomas. Sin embargo, los empresarios que cuentan con restaurantes a los que se accede desde la playa denuncian que es "lamentable" que los turistas tengan que sortear piedras y callaos para entrar en Maspalomas, mientras que los que regentan negocios de textil y revistas, a los que se entra por el Paseo del Faro recuerdan que esa era la vía de acceso real a la playa.