El ferrocarril de Gran Canaria, sus once estaciones y los edificios de cocheras y talleres se autoabastecerán con energías renovables -eólica y fotovoltaica- y en algunos casos podrán generar hasta el cien por cien del consumo eléctrico, según adelantaron ayer el vicepresidente del Cabildo, Román Rodríguez, y el arquitecto Pedro Romera durante la presentación del proyecto de la estación de Vecindario, que producirá el 71% de la energía necesaria a través de aerogeneradores y placas solares.

El Cabildo de Gran Canaria, en colaboración con el de Tenerife, está elaborando el proyecto de un parque eólico de 30 megavatios para optar a un tercio de los 100 megavatios que ha dejado libres el Gobierno regional para el autoconsumo, explicó Rodríguez, quien precisó que los trenes canarios se podrán alimentar totalmente con esta energía limpia y tener "un coste cero".

La misma filosofía se aplica en la redacción de los proyectos de las estaciones, principalmente en las del sur, donde se pretende utilizar también la energía geotérmica para regular la temperatura y la humedad en los edificios y andenes.

Pedro Romera, representante de la UTE formada por las empresas Romera y Ruiz Arquitectos y GPO Ingeniería, adjudicataria del concurso para proyectar la estación de Vecindario, resaltó que el alumbrado, los paneles de información, la refrigeración o las escaleras mecánicas se alimentarán con las energías que abundan en esa zona de la isla, como el sol y el viento.

"Tenemos el mejor aire acondicionado del mundo y se llama alisio, pero no lo utilizamos porque tenemos los edificios mal orientados", comentó el arquitecto, quien apuntó que el prefiere utilizar el término "sustentable" y lugar de sostenible.

Estación y paisaje

La parada del tren en Vecindario estará situada en el lado sur de la autovía GC-1, frente al centro comercial y el hotel, y se conectará a la ciudad a través de una gran pasarela ajardinada, así como accesos viarios para la entrada de guaguas, taxis y vehículos particulares. Estos últimos dispondrán de 360 plazas de aparcamiento. A poca distancia se ubicarán las cocheras y los talleres.

El edificio de la estación, explicó Romera, tendrá sólo dos alturas y se integra en el paisaje, marcado por las plantaciones de tomates. El vestíbulo estará en la planta alta y tiene una extensión de 720 metros cuadrados, de los que 40 metros se destinarán a locales comerciales y a la oficina de venta de billetes. También habrá una cafetería con vistas al mar. En la planta baja, de 900 metros cuadrados, estarán los andenes y el acceso al aparcamiento. El proyecto que redacta la UTE costará 412.000 euros, mientras que el coste de la obra se calcula en unos 14,5 millones de euros, con un plazo de construcción de dos años.

Román Rodríguez dijo que el convenio con el Ministerio de Fomento para la financiación de las obras y las expropiaciones se firmará en el mes de junio.