El Ministro de Industria del Gobierno de España, Miguel Sebastián, calificó ayer de "formidable" el proyecto del Cabildo de Gran Canaria de crear una central hidroeléctrica en las presas de Chira y Soria.

Sebastián explicaba en el muro del primero de los dos embalses, al que llegó pasada la una de la tarde, que los beneficios de este tipo de plantas "son enormes", remitiéndose a las ya existentes en la Península y que su ministerio "respaldará cualquier iniciativa relacionada con la técnica del bombeo, porque actúa como un estabilizador de la red eléctrica -algo especialmente importante para una isla como Gran Canaria-, incrementa la producción eólica, rebaja la dependencia y respeta el paisaje", para subrayar: "Este paisaje es espectacular", al que el titular de Industria no quitaba ojo.

José Miguel Pérez, presidente del Cabildo, que subió acompañado por Emilio Mayoral, consejero insular de Política Territorial; Demetrio Suárez, de Agricultura y Ganadería, y José Luis Guerra, gerente del Consejo Insular de Aguas, informó al ministro del estado actual de un plan que, si transcurre en los plazos previstos, puede entrar en funcionamiento dentro de cuatro años y aportar con una energía limpia basada en la gravedad del agua y en la desalación por energía eólica hasta el 30 por ciento del consumo eléctrico de Gran Canaria.

Pérez le comunicó que el concurso ha entrado en licitación, cuyo plazo se cerrará en dos meses. La empresa ganadora, de las que aseguró que están interesadas "todas las grandes", tendrá luego cuatro meses para redactar el proyecto y levantar la planta en cuatro años. El presidente añadió que en el pliego de condiciones se establecía que en ningún momento podían peligrar los caudales para riegos, que en años de sequía serán repuestos por una desaladora, y que el canon por la concesión de las presas por 75 años asciende a 70 millones de euros, que es el valor en que se han tasado los dos grandes embalses del Cabildo, que en cualquier caso no se desprende de la propiedad.

Carga de trabajo

Esto implica una nueva entrada de ingresos a la corporación pero, sobre todas las ventajas citadas por Pérez, la principal es la de la estabilidad que supone para la red el hecho de que se pueda combinar la producción energética de la planta de Juan Grande y la central térmica de Jinámar, con esta nueva fuente, ya que al combinar el funcionamiento de las tres no solo amortigua los picos de energía, cada vez más oscilantes por la creciente producción eólica, sino que también se reduce la carga de trabajo de las primeras.