El Cabildo de Gran Canaria culminará antes de que final de año el aparcamiento del Jardín Canario, un espacio de 3.000 metros cuadrados con capacidad para 80 coches y cinco guaguas, tras una inversión de 836.000 euros, informa la corporación insular.

El aparcamiento quedará delimitado con un muro de mampostería sobre el que se instalará un vallado diáfano, detalle que forma parte de los planes de mimetización junto al suelo de hormigón en tono tierra y jardines perimetrales que ocuparán 1.500 metros cuadrados que el Cabildo poblará con una treintena de especies termófilas aportadas por el propio Jardín Canario para que acebuches, dragos, palmeras, lentiscos y almácigos abriguen el lugar, se indica en un comunicado.

El área de estacionamiento, que entre las plazas incluye tres para personas con movilidad reducida y dos con cargadores eléctricos, evitará que los visitantes se vean abocados a dejar los vehículos en los arcenes y caminar por la calzada para entrar al Jardín Canario, un centro científico de interés turístico, tanto que recibe al mes en torno a 10.000 visitantes.

La marcha de las obras fue supervisada este martes por el consejero de Obras Públicas, Miguel Ángel Pérez, y la consejera de Medio Ambiente, Inés Jiménez, quienes comprobaron la buena marcha de los trabajos y resaltaron la importancia que tiene para la seguridad, pues hasta ahora se usaban los arcenes de la carretera.

Así, la Consejería de Obras Públicas del Cabildo reanudó este mes las obras tras haber sido paralizadas para modificar el proyecto para garantizar la estabilidad del firme tras detectar la presencia de partes arcillosas en el terreno que había que reforzar y que exigieron la utilización del georradar para redefinir la intervención.

El proyecto se sustenta en el desvío de un tramo de 400 metros de la carretera GC-310 que conecta Tafira con Almatriche, actuación que ya se ejecutó en la primera fase y permitió liberar espacio suficiente entre el nuevo trazado y el Jardín Canario para crear esta zona de aparcamiento con conexión directa a la vía, de modo que se regulará de forma definitiva el flujo de entradas y salidas de los coches y guaguas que trasladan a los visitantes.

El paso al aparcamiento estará controlado por barreras de seguridad y el Cabildo habilitará igualmente una nueva entrada para el público a la que se llegará directamente desde el área de estacionamiento, un acceso con puertas de forja que replicarán la silueta de las ramas de cardón de los portones originales del Jardín Canario, inaugurado en 1952.