El Juzgado de Primera Instancia Número 10 de Las Palmas de Gran Canaria ha estimado una demanda contra el Matadero Insular, dependiente del Cabildo de Gran Canaria, por el presunto incumplimiento de los ritos musulmanes en la producción de la carne halal que se vende a la comunidad islámica de las Islas. La Asociación de Ciudadanos Marroquíes de Canarias solicita en los tribunales que se paralice provisionalmente la matanza del cordero en esas instalaciones porque se está utilizando el procedimiento del aturdimiento con dióxido de carbono, por lo que no se debe comercializar esa carne como halal.

En un decreto firmado el pasado 25 de septiembre, ese Juzgado de la capital admite a trámite la demanda, cuyo proceso se sustanciará por las reglas del juicio ordinario, pero rechaza dos de las peticiones de esa asociación marroquí, que en un primer otrosí plantea que “se le liberen los oficios al Ministerio Fiscal y ordene una inspección de urgencia al Matadero, y previo al mismo paralice el sacrificio del animal sin el rito musulmán”. En el segundo se solicita al Juzgado que ordene el uso del método halal.

Los denunciantes acudieron a los tribunales ante el silencio del Cabildo y de Consumo

En el relato de los hechos, la demanda señala que la Asociación de Ciudadanos Marroquíes envió el 3 de junio una comunicación al consejero de Soberanía Alimentaria del Cabildo, Miguel Hidalgo, “con la finalidad de solicitar el cese de la manera de sacrificar el cordero para el consumo humano, ya que la forma no sigue las pautas indicadas en el Islam con respecto a qué es la carne halal”.

Según el colectivo demandante, presidido por Samir Touaiher, se generó una “preocupación alarmante para la comunidad marroquíes en Gran Canaria, ya que al culminar el Ramadán tenía pánico de consumir dicho animal sin haberse sacrificado por el rito musulmán”.

“Dicha comunidad -añade la demanda- estaba consumiendo la carne del cordero sin tener una garantía, como un certificado que indicara que lo que consumía sí fue sacrificado por el rito musulmán, y más aún con el elevado precio que suponía comprarla en los comercios”.

Ante la falta de respuesta del consejero Hidalgo, añade la demanda, adicionalmente se solicitó el 18 de junio de 2020 la intervención de la Dirección General de Consumo del Gobierno de Canarias y se remitió un escrito de queja al Diputado del Común. Como tampoco obtuvo contestación de esos dos organismos, la asociación alega que se vio “obligada a formular una querella”.

El Juzgado rechaza la solicitud de que se ordene una inspección en las instalaciones

En el escrito al Juzgado se explica que el término carne halal se usa en los países musulmanes para describir lo permisible, incluyendo todo lo relacionado con el comportamiento, el lenguaje, la vestimenta, los modales y las leyes dietéticas. En los países donde no se habla árabe se reduce a las leyes alimenticias islámicas, refiriéndose especialmente a la carne.

Previamente, en sus solicitudes a las administraciones públicas, la Asociación relató que “miembros de la comunidad marroquí plantearon el hecho de que cabría la posibilidad de que la carne salida del Matadero no estuviera pasada por los procedimientos y ritos que pudieran otorgarle la categoría de halal y, por tanto, los precios que estarían pagando los miembros de la comunidad a cambio de unas condiciones especiales no tienen sentido, con las posibles implicaciones legales que podría seguir como consecuencia de vender un producto a un precio a cambio de unas condiciones que no se dan”.

Puesto que en Canarias no existe un certificado otorgado por una entidad independiente que asegure la calidad del producto, la Asociación pidió el apoyo de las instituciones “a fin de proteger a los consumidores que honestamente tratan de ejercer el derecho a la libertad religiosa y evitar que sean estafados”.