La Sala de la Fedac del Cabildo de Gran Canaria acoge hasta el viernes las creaciones de la decoradora de telas Elena Robayna, que expone prendas en las que emplea el tinte natural que ofrece la cochinilla y que aplica a fulares, abanicos, bolsos, pañuelos y algunos de sus cuadros sobre seda.

La cochinilla es un insecto que vive en tuneras y se alimenta de su savia. En general son pequeños, pero muy ricos en este tradicional colorante, tanto que las hembras adultas alcanzan hasta el 21 por ciento de producto en su peso seco. Además es uno de los colorantes más naturales puesto que tras extraerlo no necesita ser procesado, según ha señalado este miércoles el Cabildo insular en un comunicado. 

Para obtener este tinte natural, es necesario secar las cochinillas y hervirlas en agua con algo de ácido sulfúrico, si bien en otros países el procedimiento es distinto, lo normal es desprender a los insectos de la planta, exponerlos al sol para que se deshidraten y posteriormente triturarlos hasta que aparece el pigmento.

Elena Robayna utiliza este tinte para decorar sus creaciones, las cuales lanza por temporadas o colecciones y en las que la naturaleza juega un papel protagonista, detalla la Corporación insular.

La mayoría de sus prendas son de seda natural, como es el caso de los fulares y pañuelos, que decora o bien con pintura natural extraída de la cochinilla o con pintura especial para seda que luego fija al vapor. Aunque en esta colección, como novedad, también ha decorado fulares en lana.

Robayna también expone una colección de abanicos en madera, tela y seda decorados con motivos florales, la temática que más utiliza en sus creaciones junto a la marina.