Las prohibiciones relativas a quemas agrícolas y forestales por la época de peligro alto de incendios han sido levantadas este jueves por el Cabildo de Gran Canaria, si bien mantiene su dispositivo de 242 personas, vehículos y los dos helicópteros para vigilar los montes hasta el 30 de octubre.

Estas prohibiciones también impedían el uso de barbacoas portátiles, los fuegos artificiales y cualquier artefacto que contenga fuego en zonas de riesgo de la Isla, ha detallado la Corporación insular en un comunicado en el que también ha advertido de no confiarse hasta que lleguen las lluvias.

Si bien el Cabildo podía ampliar estas restricciones más allá del 30 de septiembre, la entrada de los alisios y el descenso térmico de las últimas jornadas, así como el aumento de la humedad, han motivado que se levantaran las medidas en la fecha inicialmente prevista, siembre bajo medidas de precaución, las cuales volverán a implementarse en caso de declararse alerta por riesgo de incendios forestales.

Asimismo, el Cabildo subraya que las quemas agrícolas y forestales están sujetas a la concesión de permisos y que tampoco podrán llevarse a cabo si la temperatura se eleva por encima de los 27 grados, el día es extremadamente seco o si la velocidad del viento supera los 25 kilómetros por hora.

Los titulares de los permisos de quema también están obligados a establecer cortafuegos de al menos dos metros de ancho y a contar con agua y presión suficiente cerca de los puntos de quema, faena que no deberá acometerse en ningún caso antes de la salida del sol y habrá de terminar cuando falten como mínimo dos horas para que anochezca, sin que puedan abandonar la vigilancia de la zona quemada hasta que el fuego esté completamente extinguido.

13 conatos en la temporada de alto riesgo

Por su parte, el Cabildo ha informado de que, entre el 13 de julio y el 22 de septiembre, y coincidiendo con la época de alto riesgo de incendios forestales, se actuó en 13 conatos en distintos puntos de la geografía insular: Valsequillo, Tejeda, Mogán, San Mateo, Santa Brígida, Telde y Las Palmas de Gran Canaria, si bien la rápida actuación de los efectivos de emergencias logró extinguirlos antes de que alcanzaran mayor potencial.

Por este motivo, se mantendrá el dispositivo con los 30 vigías de las seis torres dispuestas en Aríñez, El Pleito, Pico de la Gorra, Morro de la Hierba Huerto, La Sándara y Pinos de Gáldar, enclaves estratégicos de la geografía insular para la detección de humos, mientras que los dos helicópteros son el pilar básico para la actuación de los equipos Presa, con 43 componentes entre pilotos, técnicos y especialistas, capataces y mecánicos.

Las brigadas terrestres engloban a 90 personas distribuidas en las unidades ubicadas en los centros de defensa contra incendios con base en Las Mesas de San Mateo y en Cruz Grande, en el municipio de San Bartolomé de Tirajana. El operativo cuenta también con veinte profesionales para las patrullas que cubren la zona norte con el apoyo de cuatro vehículos ligeros que incorporan motobombas de 400 litros de capacidad.