Las acusaciones han elevado a 15 años y medio de prisión la condena que solicitan para el presunto patrón de la patera en la que murieron dos mujeres y la bebé Sephora Penielle tras volcar cuando desembarcaban el 16 de mayo de 2019 en una playa de Arguineguín, lo que ha derivado en la suspensión de la vista hasta el próximo viernes.

En la segunda sesión del juicio que se sigue en la Audiencia de Las Palmas contra el ciudadano marroquí Abdallah W., el fiscal ha considerado probado los hechos que le imputa tras la prueba practicada y ha modificado su escrito de acusación para pedir la máxima debido a la “gravedad de su conducta”.

Así, ha solicitado por el delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros una condena de ocho años de cárcel y por los tres cargos de homicidio por imprudencia, dos años y medio por cada uno, debido a la gravedad de su conducta, que merece la pena máxima. ha destacado el fiscal. La acusación particular y la ejercida por la Dirección General de Protección a la Infancia y la familia del Gobierno de Canarias, en nombre de una de las menores que viajaba en la patera y que perdió a su madre, se han adherido a la petición del fiscal.

Rechazo a un nuevo juicio

Ante estos cambios en la calificación, el tribunal ha acordado la continuación de la vista a mañana para que el abogado de la defensa pueda preparar con tiempo su informe final, tras rechazar la petición de que se volviera a celebrar el juicio por las modificaciones introducidas por el fiscal, al entender que se generaba indefensión en su cliente.

El magistrado presidente, Miguel Ángel Parramón, ha comunicado que el tribunal no cree justificada la suspensión del juicio porque lo que se ha producido no son cambios en los hechos, sino en la valoración penal, por lo que se mantiene el procedimiento abreviado por el que está siendo juzgado el acusado.

Pese a que el procesado ha negado los hechos y ha afirmado que llegó a Canarias ese año pero en el mes de abril, como polizón en un barco pesquero, el fiscal no ha creído su versión y se ha remitido a la prueba practicada y a lo manifestado por las testigos protegidas, que lo reconocieron como el patrón de la embarcación e, incluso, algunas afirmaron que le pagaron a él para poder viajar en la patera.

Además se ha referido al contenido de las conversaciones del teléfono móvil que se le intervino. El fiscal ha afirmado que “no existe duda” de que es el autor de los hechos y que, además, ha mostrado tener un conocimiento “sorprendente” sobre cómo actúa la mafia migratoria de su país.

Asimismo, ha hecho hincapié en la gravedad de su conducta, ya que el procesado llegó a Gran Canaria en “una patera ilegal” no apta para viajar en alta mar y en unas condiciones en las que corrían peligro las personas que viajaban, al menos 11 mujeres de Costa de Marfil con tres bebés y tres menores de edad.