El alcalde de Moya, Raúl Afonso, reiteró en la reunión mantenida ayer con el consejero de Obras Públicas del Gobierno de Canarias, Sebastián Franquis, la firmeza del Ayuntamiento en la defensa de los túneles en el macizo de Los Blanquizales, como única solución al trazado de la GC-2 a su paso por la costa moyense.

Una alternativa que el Cabildo sigue sin incluir en las correcciones del documento del Plan Territorial Parcial del Litoral del Norte remitido por la Consejería insular de Política Territorial al Ejecutivo regional para la emisión de un nuevo informe. Este proyecto planteado por la Corporación grancanaria mantiene para esta carretera un Vial de Alta Capacidad pese a que la opción de los túneles defendida por el Consistorio moyense fue valorada positivamente por el Cabildo en 2014.

La postura del Ayuntamiento de Moya está avalada por los vecinos de la zona y por la totalidad de la Corporación, donde se han aprobado por unanimidad todos los documentos que se han ido presentando desde hace varias décadas a favor de los túneles. Por ello, Raúl Afonso, asevera que “no permitiremos el atropello y la condena al desarrollo económico y social de la franja costera de nuestro municipio que supondría el actual proyecto” del Cabildo. Afonso subraya que “hemos ido desmontando con datos e informes todos los argumentos presentados por la Corporación insular para mantenerse en esa posición incomprensiblemente inamovible” y aseguró que “no queremos perjudicar a Guía ni a Arucas, pero tampoco vamos a permitir que nos borren del mapa y que nuestro municipio sea tratado de manera injusta y como un simple lugar de paso”. En este sentido, Afonso concluyó que “llegaremos hasta donde sea necesario para defender a la villa”.

El plan actual estrangularía el paso moyense con ocho carriles, según el Ayuntamiento

Tal y como han analizado los técnicos municipales, el proyecto de ejecución de un Vial de Alta Capacidad (VAC) o variante del trazado de la GC-2 presenta graves contradicciones, similares a las alternativas que ya anuló el Tribunal Supremo en 2009 y 2011. Si bien entre los objetivos generales que plantea el PTP-15 se resalta el alejar el tráfico de las viviendas de la zona por motivos de seguridad y paliar el efecto barrera que ejerce el actual trazado entre los núcleos aruquenses de Bañaderos y El Puertillo, estas premisas no quedan reflejadas en la vía que discurriría por Moya, donde el ramal propuesto quedaría a menos de ocho metros de algunas casas y a menos de treinta metros de otras edificaciones, generando una sobrepresión en los núcleos urbanos del litoral que incumple la Ley de Carreteras de Canarias.

Horadar Los Blanquizales aliviaría la presión de los núcleos urbanos costeros

Además, el trazado ideado para la nueva carretera, al transcurrir por una franja muy estrecha del territorio costero, dejaría a su paso por Moya un paisaje plagado de muros de hormigón para la contención de los cuatro nuevos carriles con los que contaría la vía, a los que se añadiría los cuatro existentes en la actualidad. Y erradicaría cualquier posibilidad de regeneración medioambiental o creación de oportunidades económicas en la zona. Sin embargo, los túneles permitirían cumplir con los objetivos previstos en el Plan Insular y el propio PTP-15, alejando además las vías de los límites del Parque Rural de Doramas y de los riscos de Los Blanquizales, donde anidan colonias de aves protegidas como la pardela cenicienta.