La carretera que une los municipios de Firgas y Moya a través del barranco de Azuaje ha sido reabierta al tráfico este martes después de los trabajos acometidos por el Cabildo de Gran Canaria en los últimos meses para evitar los desprendimientos sobre el firme con la llegada de la época de lluvias.

Según han informado los dos consistorios norteños, los trabajos llevados a cabo en la GC-350 han consistido en la estabilización y saneado de algunos taludes que amenazaban con desprendimientos que podían comprometer la seguridad de los usuarios que cada día utilizan la vía.

En concreto, las actuaciones de la Corporación insular se concentraron en el punto kilométrico 1,390 de la carretera, donde había una zona especialmente peligrosa que requirió una actuación preventiva para evitar males mayores cuando las lluvias comenzaran a caer con mayor fuerza y asiduidad.

Tanto el alcalde de Moya, Raúl Afonso, como el de Firgas, Jaime Hernández, han agradecido al Cabildo su rapidez para acometer las obras en una vía que cada día usan muchos habitantes de ambos municipios.

El regidor firguense, además, ha solicitado al consejero insular de Obras Públicas, Miguel Ángel Pérez, presente en la reapertura de la vía, que continuara acometiendo obras de conservación y mantenimiento en toda la GC-350.