José Luis Peraza Cano, ingeniero industrial tinerfeño, clausura este viernes en la Casa-Museo León y Castillo de Telde la décima edición de las Jornadas de la Cultura del Agua. En las mismas se ha hablado de este recurso imprescindible para múltiples actividades económicas. La planificación hidrológica, así, es el primer paso para conseguir una correcta gestión de los recursos hídricos de manera sostenible. Con la conferencia titulada ‘Las aguas residuales, origen de riqueza y vida’, el ingeniero llevará a cabo la clausura.

En ella Cano hará hincapié en los retos que tiene el Archipiélago para reutilizar el agua depurada, porque para el ingeniero “es incomprensible que el recurso obtenido por desalación y con un alto coste energético acabe en Canarias siendo vertido nuevamente al mar. Solo el 28% del agua depurada se reutiliza en las islas”, asegura, e insiste “en la necesidad de una gestión sostenible del agua que favorezca el medioambiente”. Otro dato alarmante para él es que el inodoro se lleva el 62% del agua de nuestra casa.

Los proyectos innovadores y ecológicos para gestionar el ciclo del agua de Peraza Cano se basan en sistemas de depuración natural, espacios ajardinados, sin malos olores y belleza paisajística. Desde el respeto a la naturaleza, el ingeniero lleva años poniendo en marcha nuevos procedimientos en armonía con el medioambiente, porque, asegura, imitándola salimos todos ganando. Ha desarrollado proyectos vinculados a la gestión del ciclo integral del agua en Canarias, Cabo Verde y Mauritania, donde proyectó una urbanización, desarrollo e intervención turística en la bahía de Tanit.

El ingeniero ha puesto en marcha procedimientos respetuosos con el medioambiente

“Agua que no has de beber, déjala correr”. Siguiendo esta premisa, José Luis Peraza Cano inventa nuevos métodos de depuración de aguas, en las antípodas de las grandes infraestructuras hidráulicas que conocemos. El inventor propone nuevas alternativas que a los ojos de cualquier ciudadano serían bienvenidas. Preguntado por si contamina más un coche o una depuradora, Peraza Cano responde que “los coches hoy en día ya casi no contaminan, pero el daño que están haciendo a la biodiversidad nuestras depuradoras en Canarias no tiene precio, es aberrante”, concluye.

“El agua es finita, sin embargo, para que todo sea inagotable la naturaleza lo que hace es cerrar el ciclo. Si logramos hacerlo, no tienes que hacer nada, solo ir a cosechar. Se trata de respetar el equilibrio de todos los elementos para obtener un paraíso terrenal. Eso es lo que hace mi depuradora”, indica.

“Todo lo hace la naturaleza. Cada jardín puede ser una depuradora, y esto como efecto secundario. La finalidad es crear zonas de ocio y esparcimiento capaces de depurar las aguas residuales. Cada barrio tendría su espacio ajardinado que es, al mismo tiempo, depuradora. El agua se quedaría donde se consume y los vecinos serían los responsables de su agua, no existirían las inundaciones, porque todo se aprovecha, y el resto lo llevas al inodoro, que se lleva el 62% del agua en una casa. Reduces el coste y además tienes un parque precioso, ¡qué más quieres!”, exclama Peraza Cano.

A juicio del especialista “el agua a nivel mundial está en manos de grandes multinacionales, que difícilmente quieren desprenderse del negocio de los huevos de oro. Ahora mismo nos venden el agua tres veces, pagamos por recogerla, volvemos a hacerlo para que la depuren y luego nos la venden para el consumo. Hay que concienciar a la población y evitar que se creen más emisarios, porque es un disparate. Nuestros peces ya están enfermos con la ciguatera, eso sin hablar de los antibióticos, toxinas y plásticos que vertemos al mar”, concluye.