El Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana continúa en la senda del rescate de concesiones administrativas y en este caso le toca el turno a los servicios de temporada en las playas de la localidad. El Consistorio quiere que los beneficios obtenidos por el alquiler de las hamacas y sombrillas de las principales playas, como El Inglés y Maspalomas, reviertan directamente en las arcas públicas, sin intermediarios, y para ello estudiará la municipalización de estos servicios. Por unanimidad de todos los grupos políticos de la Corporación, elPleno dio luz verde ayer a crear una comisión de estudio para valorar si aplica o no esta medida.

El contrato con la empresa concesionaria, que asumió hace más de dos décadas, en 1997 cuando se inició el servicio, se encontraba vencido desde hacía más de seis años, según explicó durante la sesión plenaria el concejal de Cuidado del Litoral, Samuel Henríquez, y tras decretarse en marzo el estado de alarma el servicio cesó y nació la posibilidad de iniciar los trámites para que su gestión pase a manos del Ayuntamiento. A estos efectos, el Consistorio creará una comisión que evaluará la viabilidad de esta medida. Esta iniciativa persigue ofrecer una prestación más operativa y eficiente a través de la empresa municipal de recaudación, Emursa.

La gestión directa de los servicios de temporada supone ingresos de cinco millones anuales

La gestión del servicio supone, como mínimo, una recaudación de cinco millones de euros anuales, llegándose a haber logrado hasta siete millones de euros en épocas de bonanza, cantidades que irán a parar directamente a la Corporación, y no a manos de la empresa privada que gestionaba este servicio y que cobraba de la Administración.

Según explicó Henríquez, una vez que la Demarcación de Costas resuelva el importe del canon que el Ayuntamiento deberá pagar por los servicios de temporada -437.000 euros exige el organismo y el Ayuntamiento ha propuesto la mitad, 226.000 euros-, este gasto se sumará al de personal y mantenimiento, y calcula que ascenderá a los 3,5 millones de euros. Con todo, se estima que la gestión directa supondrá un beneficio para las arcas públicas de 1,5 millones de euros anuales.

Para el Consistorio, detalló el concejal, restablecer el servicio de hamacas y sombrillas es una “prioridad” tras seis meses sin estar operativo, situación que ha provocado las críticas de multitud de empresarios, sobre todo aquellos que tienen negocios a pie de playa.

Además de suponer la gestión directa un beneficio para las arcas públicas, lo será también para los usuarios, porque entre las iniciativas que se valoran está la posibilidad de vincular el alquiler de hamacas y sombrillas al párquin de la playa, gestionado también por Emursa, medida que supondrá un ahorro para los clientes.

PP-AV reclama el pago de las ayudas y subvenciones a los clubes deportivos del Sur

Por otro lado, el Pleno aprobó el convenio de colaboración con la Consejería de Derechos Sociales, Igualdad, Diversidad y Juventud del Gobierno canario para la gestión del Centro de Día para personas mayores de Tunte. El Ejecutivo aportará 103.000 euros.

En el espacio para los ruegos y las preguntas, PP-AV, en la oposición, volvió a criticar que el Ayuntamiento no haya abonado las subvenciones a los clubes deportivos del municipio. El edil José Carlos Álamo recordó que en 2019 dejaron estas ayudas fuera del presupuesto “prometiendo que las incluirían en el actual, pero tampoco llegan”. “Culpó a PP-AV, y ahora culpa a otras personas para no pagar las ayudas”, dijo. La formación propuso una enmienda al presupuesto anterior que fue rechazada. En alución a estas palabras, el concejal de Deportes, Samuel Henríquez, explicó que “ha sido imposible” repartir esas ayudas “después de tramitar cuatro expedientes”. “Vamos a seguir luchando para pagarlas, a través del presupuesto u optando por otros recuesos económicos para pagarlas”, afirmó. En el municipio esperan por estas ayudas un total de 54 clubes deportivos y ONG.