El parquin que construye el Ayuntamiento de San Mateo en el centro de la localidad, con tres plantas soterradas que ofrecerán 400 plazas de aparcamientos, quedará finalizado entre marzo y abril del próximo año, tras unas obras que comenzaron en 2018, con dos prórrogas en su ejecución y varias modificaciones del proyecto que han supuesto un incremento de su inversión inicial de ocho millones de euros hasta los casi diez con los que se entregará la infraestructura.
La última de las partidas aprobadas para esta dotación ha sido criticada por Asamblea por San Mateo, en la oposición, que critica la decisión del grupo de Gobierno de destinar una partida de 750.000 euros aprobada en un pleno extraordinario a través de una modificación de crédito “sin tiempo para acceder a la documentación necesaria”, según la denuncia que realiza la portavoz Isabel Peñate.
Peñate entiende que desde que “el entonces presidente Fernando Clavijo premió al alcalde con esta megaobra de dos plantas iniciales se nos dijo que no le costaría ni un euro a los vecinos, pero ha pasado de esos dos niveles a tres, y vemos que sí existe un gasto”.
Añade que en esa sesión plenaria “que se celebró en un local sentados en sillas, con los papeles en la rodillas en medio de la preparación de una obra posterior de teatro y con el paso de los coche del rally, tampoco se encontraba la interventora”.
La oposición recuerda al alcalde su promesa de que no le iba a costar un euro al municipio
Peñate incide, no obstante, en que según un informe emitido por la interventora, ésta estima “que no es probable la ejecución de esa modificación de crédito dentro del ejercicio actual ya que éste acaba el 31 de diciembre y aún tiene que ir a exposición pública, lo que demuestra que todo se ha hecho deprisa y corriendo”.
Esos 750.000 euros forman parte de una modificación de crédito que alcanza un monto de casi cuatro millones de euros, que se destinan a otras partidas. “Y nos enfada”, continúa la concejala, “que en un asunto tan importante ni se nos diera información en tiempo y forma, ya que ni la propia interventora conoció la convocatoria a tiempo, lo que denota poca seriedad”.
Sin embargo, para el primer edil, Antonio Ortega, el destino de esos 750.000 euros responden a una previsión para la liquidación del contrato de los aparcamientos, “algo que establece la Ley de Contratos del sector público, que exige este montante para una inversión de casi diez millones de euros procedentes del Fdecan”.
En este aspecto, la misma fuente explica que la ley contempla que “una vez finalizado el contrato pueden existir más unidades que se hayan ejecutado, como un aumento de medición, en el que se proyectaron cien metros de pavimento y una vez finalizado son 120, pues bien, esos 20 metros habría que pagarlos, y en caso de fueran menos se retraen de las certificaciones, pero esto existe para todas las obras y afectan a todas las administraciones”.
Y en cuanto a sus promesas de que este proyecto no supondría coste alguno para las arcas municipales, Antonio Ortega asevera que “hoy por hoy si tuviera que abonar solo el 10 por ciento de las obras que se hagan en el pueblo sufragadas por otras administraciones yo las compraría todas”.
Con respecto a la premura asevera “que no lo sabíamos de antemano, y tienes que montar el expediente y tener en cuenta festivos y plazos de modificaciones, algo que está contemplado por la ley, algo que se vota la urgencia y se aprueba por mayoría absoluta”.
Explica que el resto de las partidas, con cargos de remanentes ahorrados por el Ayuntamiento, están destinadas a la conversión del museo Cho Zacarías, por un millón y medio de euros, que financia en parte con el Plan de Infraestructuras Turísticas; la reforma de la escuela de música, de dos millones de euros con fondos municipales; otros 100.000 euro para obras públicas, como asfaltados, finalización de parques infantiles y adecentamiento urbano, lo que incluye la peatonalización de la avenida Tinamar.
