La Consejería de Obras Públicas regional ha sacado a licitación la redacción de los proyectos de trazado y construcción de la nueva vía GC-5 que unirá la circunvalación de Las Palmas de Gran Canaria (GC-3) y el municipio de Telde y que cuentan con un presupuesto de 2,6 millones de euros.

La futura carretera permitirá aliviar la carga de tráfico a la autovía más transitada de Gran Canaria, la GC-1, en el tramo que registra más retenciones, como son las entradas y salidas a la capital, y a las zonas industriales y comerciales de Telde, según ha informado este viernes la Consejería en un comunicado.

La futura GC-5 tendrá un trazado de unos 10 kilómetros y contará con tres enlaces entre la GC-3 (a la altura de Lomo El Sabinal) y el municipio de Telde y el proyecto deberá mejorar la conectividad con las zonas industriales y comerciales de Telde, así como con la zona aeroportuaria, además de cumplir con las exigencias medioambientales prevista.

La GC-1 constituye el único eje de alta capacidad que posibilita el tráfico insular en dirección norte-sur, un área en la que se localizan grandes poblaciones como Telde, numerosas áreas comerciales e industriales, y el aeropuerto de la isla.

Además, es la única vía que conecta la capital con el principal núcleo turístico de Gran Canaria, situado en el sur, por lo que todo ello la convierte en el principal eje de transporte por carretera de la isla, de ahí que la GC-1 soporte un tráfico de unos 160.000 vehículos diarios, el mayor, con diferencia, en comparación con el resto de carreteras insulares.

La licitación de la redacción de este proyecto trazado y de construcción se enmarca dentro del plan de actuaciones acordado por la comisión técnica que se creó este año por parte de la Consejería, el Cabildo de Gran Canaria y el Ayuntamiento de Telde con la finalidad de acabar con los puntos negros en el tramo de la GC-1 comprendido entre el citado municipio y la capital grancanaria.

Esta actuación figura en el Convenio de Carreteras vigente, cuenta con financiación suficiente y está amparada en el Plan Insular de Ordenación de la isla.

La nueva vía no ocupará el fondo de los barrancos de mayor importancia y permitirá recuperar espacios medioambientales degradados.