Hay belenes con bucólicos pastorcillos, con ovejas balando entre el riachuelo con los peces en el río y muy pocos, como el de Teror, que muestra en uno de sus pasos y sin paños calientes las tropelías de Herodes descritas en el Evangelio de San Mateo, conocida como la Matanza de los Inocentes.
Allí está, al final de recorrido que se puede disfrutar en el Palacio Episcopal hasta el 5 de enero, con los brazos ejecutores de un esbirro del rey de Judea agarrando por las piernas a un niño que queda boca abajo mientras en la mano izquierda porta un cuchillo, justo enfrente de una madre de rodillas que se aferra con fuerza a otro pequeño pidiendo clemencia.
El Nacimiento es obra del belenista Fernando Benítez, y esta escena es parte de otras diez que incluyen La Anunciación o la llegada de los Reyes Magos de Oriente, todo ellos con unas figuras de medio formato, y un cuidado diseño del paisaje urbano que juega con destreza con la luz y la perspectiva, y donde asomarse con el ojo cerca por los vericuetos traseros de una calle permite imaginar con certeza lo recreado.
No en balde, el belenista, natural de Moya, acumula una experiencia de 30 años, y según considera el concejal de Cultura, Enoc Acosta, ha logrado una escenificación que se sale del tópico, con un estilo que impregna un gran realismo. Todo ello sin sobrecargar una obra que responde al estilo hebreo y que abarca una superficie de 60 metros cuadrados.
Con este Nacimiento Fernando Benítez da continuidad al arte de los que desde hace décadas, y que salvo un parón de unos diez años, han elevado la tradición belenística de la villa, y en la que han participado creadores como Benjamín Ramírez o Tino Domínguez.
Bajo el epígrafe Belén Solidario de Teror, se puede disfrutar de lunes a domingo de 11.00 a 14.00 horas, y por las tardes, de lunes a viernes de 17.00 a 19.00 horas, mientras que los sábados abre sus puertas también de 17.00 a 20.00 horas.
La entrada es gratis pero se agradece la entrega de un kilo de alimentos imperecederos por persona o donativos para Cáritas Interparroquial. Esta vertiente solidaria también guarda este año una curiosa novedad, ya que por primera vez se admite la entrega de comida para animales, fruto de la iniciativa de la concejal de Bienestar Animal Laura Quintana.
En anteriores ediciones se ha logrado hacer acopio de una tonelada de productos, y unas huchas en torno a los 2.000 euros, cifras que se esperan lograr también en esta edición a pesar de las medidas sanitarias que se cumplen a rajatabla en el recorrido, y que se echa en falta en el pueblo el turismo extranjero los días de entre semana. A este belén de Benítez seguirán muchos otros, ya que según el Ayuntamiento “se encuentra preparando numerosos proyectos que verán la luz la próxima Navidad en distintos lugares del archipiélago canario”.
