“No, hay que reconocer que por la noche está guapo esto”. Es un vecino de Santa Brígida, apostado al lado de la parada de guaguas, “esperando a mi mujer que entró en la tienda a comprar una bobería”, el que detalla de lo que ocurre en la villa cuando el sol se pone por detrás de Pino Santo.
O hacía tiempo que el lugar no cogía mecha en Navidades, o que quizá sean los tiempos oscuros de este 2020 los que hagan brillar más las plazas, rotondas y calles satauteñas, algo que tiene al personal tanto el de a pie como el comercial algo más contentos que en pasadas ediciones.
Porque a eso de las seis y media de la tarde va cogiendo poco a poco un rebrillor en el que se perfilan árboles de Navidad, estrellas de oriente, Reyes Magos y nacimientos donde durante el día sólo son unos casi invisibles esqueletos metálicos que hacen de soporte a los más de 15.000 puntos de luz que la concejalía de Festejos del Ayuntamiento de Santa Brígida, de la mano de su responsable del área, Salvador Socorro, ha ido repartiendo estratégicamente por las calles del casco y los barrios.
Con sonados éxitos como el de la rotonda de Bandama, con su esquemático pero efectista Nacimiento presidido por un contundente árbol en formato led. Y que rivaliza con el que se encuentra en el espacio central del casco urbano resplandeciendo con sus quince metros de altura.
El aliño se completa en macetas y parterres con el potente rojo de 3.500 flores de pascua, un buzón que Papá Noel cedió al Ayuntamiento con el recado de guardar y enviar las cartas de los más enanos de Santa Brígida y un belén en las mismas escaleras de acceso a las casas consistoriales.
Para los más juguetones queda reservada la enorme caja de regalos en las que el personal se puede meter sin acuclillarse para el autorretrato de rigor.
De alguna manera este despliegue viene a paliar un tanto unas fiestas que este año no contará con la tradicional cabalgata de los Reyes Magos, lo que tampoco quiere decir que los pequeños se queden sin la posibilidad de verlos, porque los pajes de las medianías ya han estado explorando una fórmula para que los niños del municipio se emocionen con su presencia mientras se permita mantener la seguridad.
Esta ingeniería de observar sin descuidar las precauciones ha requerido de la coordinación de la Policía Local, Protección Civil y el concejal de Seguridad y Movilidad, Juan Armando Umpiérrez, que han pergeñado un sistema para que sean sus Majestades las que recorran todos los vericuetos de la villa, tanto el casco como sus barrios, a bordo de descapotables de forma que puedan ser saludados desde ventanas, balcones, zaguanes y azoteas, evitando en todo momento las concentraciones a pie de calle.
A este acto, en vísperas del 6 de enero, se añaden otros momentos para celebrar organizados por el Ayuntamiento, con todas las entradas ya agotadas en aquellos actos de aforo reducido. Son los conciertos de Miou Gospel, del 4 de diciembre; el concierto tributo Te regalo una rosa, del día 12; el concierto de Swing Star en el centro cultural de la villa del 17 de diciembre; el encuentro zonal de villancicos, del día 18; el concierto de Navidad a cargo de La Trova, del 19; la proyección de cortometrajes para una mejor convivencia ciudadana, que se ofrece el día 20; o el musical infantil El flautista de Hamelín, del 26 de diciembre.
Con todo, el primero de los actos tenía lugar el 5 de diciembre con el encendido de la iluminación presidido por el alcalde Miguel Jorge Blanco, junto con dos niños de la localidad, Néstor e Indira, y con la actuación musical del coro Mlou Gospel. Jorge Blanco, en el saluda de las fiestas, da cuenta “del sufrimiento en el mundo”, causado por la pandemia y que marca esta Navidad, “una fecha en la que se hizo realidad la esperanza de un mundo nuevo”.
Asegura que esta situación ha requerido de un doble esfuerzo para elaborar una programación acorde con las circunstancias y anima a dar apoyo al comercio local, para finalizar subrayando el agradecimiento a los profesionales que siguen en primera línea de la lucha contra la enfermedad: “sanitarios, policías, docentes, taxistas, personal de limpieza, cuidadores, voluntarios, comerciantes, trabajadores del sector primario..., porque gracias a ellos todos los ciudadanos nos sentimos más seguros”.
