Un grupo de futuros chefs de Gran Canaria se familiarizó hoy con la exquisitez y versatilidad culinaria del baifo con la elaboración de una decena de platos en su primer paso para convertirse en embajadores de esta carne gracias a la jornada gastronómica que ha servido para que estos estudiantes que ya imaginan abrir su primer restaurante aseguren que el cabrito nunca faltará en sus cartas.  

La cita organizada por el Cabildo y la asociación ganadera Asoquegran para introducir al cabrito en las aulas como semilla de futuro tuvo lugar en el Centro de FP de San Cristóbal, donde 25 estudiantes de hostelería elaboraron diez baifos procedentes de Mataderos Insulares junto a productos del sector primario cedidos por la Asociación de Mercados Agrícolas, explicó el consejero de Sector Primario, Miguel Hidalgo.

Los aprendices que participaron en la jornada dejaron claro que el baifo y la cabra no faltarán en sus propuestas cuando lleven el timón de sus cocinas, como afirmaron Zaira Estévez, de 19 años, y Francisco de la Guardia, un joven de 22 años que también subrayó que “en Gran Canaria tenemos productos increíbles” mientras terminaba de dar forma a unas papas rellenas con carne de cabrito picante con mayonesa de curry.

A su lado, Pedro Herrera, de 22 años, destacó que han aprendido la técnica para despiezar y deshuesar los cabritos, “que no es nada fácil”, pero que es el primer paso para una receta exitosa, explicaron sin dejar de emplatar la ropavieja de cabrito.

Igualmente, Tomás de la Cruz ya sabe a sus 20 años que la carne de cabra es “muy delicada y se puede destrozar fácilmente”, pero que resulta exquisita si se aplica la técnica y el punto de cocción adecuados, como se apreció en la receta tradicional al horno y en salsa o en propuestas más modernas cristalizadas en canelones y crujientes de cabrito picante envueltos en saquitos de pasta oriental de arroz.

Los productos del campo tuvieron también gran protagonismo y los platos elaborados invitaban al paladar a un viaje por la geografía insular que iba de los aguacates de Mogán a los tomates de La Aldea para elaborar un tartar, subía a las medianías para la crema de berros con espuma de queso y se encaramaba incluso más alto para hacer la tarta de queso cumbrero curado.

“Para el alumnado ha sido una experiencia increíble, les ha aportado muchísimo y este tipo de acciones son fundamentales para incluir los productos de gran calidad que tenemos en la isla en la restauración”, resumió el profesor de Cocina del Centro, Juan Carlos González.

Además, la actividad tuvo una vertiente social, pues los entrantes, primeros platos y postres preparados fueron llevados todavía con el aroma de lo recién cocinado a dos comedores de centros de acogida de la capital.

Las campañas conjuntas de Cabildo y ganaderos para promover el consumo de la carne caprina producida en Gran Canaria secundan la apuesta del creciente número de explotaciones que realizan varias parideras al año para surtir al mercado y que pase a ser parte habitual de los menús de los hogares y locales de restauración y superar así los 75.000 kilos consumidos este año, explicó la presidenta de Asoquegran, María del Carmen Pérez.