La inusual llegada de papamoscas papirrojos, carracas y oropéndolas a Gran Canaria abre una posible vía de investigación sobre los efectos del calentamiento global, en este caso sobre las rutas de las aves migratorias, puesto que además no son las únicas que han sido vistas de manera excepcional en la Isla tras desviarse de su ruta habitual, indica el Cabildo en un comunicado.

Estas aves ingresaron debilitadas en el Centro de Fauna Silvestre del Cabildo, adonde también llegaron críalos, correlimos falcinelos, alcotanes, urracas, martinetes y milanos negros, en todos los casos un único ejemplar, salvo de alcatraces, de los que llegaron cuatro, y en cualquier caso, todas aves que recalan en el interior de África o bien más al norte, en la Península.

Los ejemplares presentaron síntomas de desfallecimiento y pérdida de peso asociados a la permanencia en vuelo durante demasiado tiempo y han formado parte de los casi 1.100 animales silvestres, desde tortugas a chuchos, que el Cabildo ha devuelto este año a la naturaleza tras curarlos de daños causados en su mayor parte por la acción directa o indirecta del ser humano. En total fueron curadas 980 aves de más de 80 especies.

Entre los animales que encontraron una segunda oportunidad poder ser curados destacan en total 980 aves de más de 80 especies, un centenar de reptiles, incluidas 40 tortugas, dos mantelinas y dos chuchos, animales que pudieron ser rescatados en su mayoría gracias a la alerta ciudadana.

El 73% de los ingresos se debieron a causas que tienen origen humano como deslumbramientos, impactos contra cristaleras y tendidos eléctricos, electrocuciones en cableados, atropellos o enmallados en artes de pesca, así como trampas de pegamento, intoxicaciones por productos usados en la agricultura o debido a gatos abandonados que se alimentan de reptiles y que atacan los nidos de las aves. En cuanto al resto de los ingresos, ya por causas naturales, estuvieron originados en general por infecciones parasitarias, víricas o bacterianas.

Los municipios desde los que más animales se han derivado al Centro son Las Palmas de Gran Canaria, con casi 500 por la acumulación de infraestructuras asociadas a los daños a animales, seguida de Mogán, San Bartolomé de Tirajana y Agaete con cerca de 200 en cada caso, la mayoría pardelas y aves atlánticas de hábitos nocturnos como petreles y paíños que quedaron deslumbradas.

El Centro de Recuperación del Cabildo lleva tres décadas centrado en el rescate, recuperación y reintroducción de animales y afrontará en 2021 la ejecución del proyecto para su ampliación.