Que llegaron los Reyes Magos o que tocó el Gordo de la Lotería del Niño. Cualquier símil positivo vale para definir lo que supuso para las presas del sur de Gran Canaria la entrada ayer de la borrasca Filomena, con registros de lluvias poco comunes durante los últimos años. El frente frío dejó en menos de 24 horas casi 100 litros por metro cuadrado en la cuenca de Tirajana, haciendo correr de nuevo barrancos como el del Negro y, más al suroeste, el de Veneguera como ya lo hicieron hace un mes. Estas precipitaciones hicieron que la presa de Soria aumentara su volumen en tres metros, un 14% más del que tenía a finales de noviembre. Para hoy se espera que la tónica sea parecida, aunque con precipitaciones aún más intensas -hay aviso amarillo en la mitad sur de Gran Canaria, Tenerife y La Palma- y rachas de viento que si ayer rondaron los 100 kilómetros por hora en zonas como Agüimes, hoy podrían ser huracanadas al superar los 120 en las cumbres, donde se se activó el aviso naranja.

Fue a partir de las dos o tres de la tarde cuando las redes sociales comenzaron a llenarse de vídeos de agua corriendo por los cauces del sur y el oeste de las Islas. Lo hizo, y con fuerza, por el barranco de Las Angustias, en La Palma, con un río de agua y barro que corría desde el Parque Nacional de Taburiente hasta el puerto de Tazacorte. No obstante, en el Roque de los Muchachos la lluvia estuvo cayendo durante toda la madrugada y la mañana, dejando a las 21.20 horas un acumulado de 61,4 litros por metro cuadrado.

Filomena había hecho acto de aparición en La Palma y seguía su camino de oeste a este barriendo todas las Islas. Pero si hubo una que ayer se aprovechó de su fuerza esa fue Gran Canaria. A eso de las seis de la madrugada se adentró por el suroeste y se hizo notar en medianías y cumbres. Al unísono, el agua comenzó a entrar en las estaciones meteorológicas que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) tiene instaladas en Los Llanos de la Pez (Vega de San Mateo), el Hotel Rural Las Tirajanas y Cruz Grande, estas dos últimas en Tirajana. Con el paso del día, las precipitaciones aumentaban hasta marcar un pico de 15 litros en sólo una hora, entre la una y las dos de la tarde, en la Cumbre. Al cierre de esta edición, el gordo se lo llevaba Los Llanos de la Pez con 83,4 litros por metro cuadrado, el punto con más lluvia de toda España el día de Reyes.

‘Filomena’ hace correr los barrancos

El efecto de estas lluvias se vio reflejado en el circo de la caldera de Tirajana. Los riscos situados entre Cruz Grande y Santa Lucía se convirtieron en un paisaje de cascadas que llevaban sus aguas barrancos abajo hasta unirse en la cuenca de Tirajana. Más al oeste, entre Mogán y La Aldea, misma estampa. El agua volvía a correr por segunda vez en un mes por Los Azulejos, una imagen que ya se echaba de menos por la zona sur que llevaba años sin recibir la visita de las grandes lluvias procedentes de las borrascas atlánticas. Borrascas que suelen aportar agua a las presas. A la de Soria, ese muro de hormigón de 120 metros de altura, su volumen aumentó ayer en tres metros, una cifra que aunque parezca una cifra insignificante supone un incremento del 14% si se coge como referencia los 21 metros que tenía a 30 de noviembre de 2020. Fuentes del Cabildo precisaron que Chira también se vio beneficiada del frente frío.

La borrasca se hizo sentir asimismo con el viento, que alcanzó rachas de hasta 102 kilómetros por hora en Agüimes a las cinco de la tarde. Una velocidad que se quedó corta en comparación con las que se registraron en Alto Igualero, La Gomera, con 128; e Izaña, en Tenerife, con 123. Y afectó al mar, con fuerte marejada que se mantendrá durante los próximos días en los que la Aemet mantiene el aviso amarillo, al menos hasta el sábado, por fenómenos adversos.

Y en el norte: nada. O casi nada. Las Palmas de Gran Canaria, y en general toda la mitad septentrional de la Isla, disfrutó de un día de Reyes apacible, en el que la esperada lluvia no hizo ni amago de aparecer. El único efecto de Filomena se vio en las temperaturas máximas, que además se convirtieron en las más altas de un país que en Península tirita de frío. El termómetro llegó a alcanzar los 25,9 grados en la plaza de La Feria a las cinco de la tarde, los 25,4 en el barrio marinero de San Cristóbal a las once y veinte de la mañana, y los 24,9 en Arucas a esa misma hora, que dejaron una sensación de bochorno. Era un avance de que la borrasca ya estaba aquí, pero que se guarda algo para próximos días.

‘Filomena’ hace correr los barrancos

Si bien hoy se espera que la situación sea parecida a la de ayer, aunque con precipitaciones que podrían ser “excepcionales” en el Sur, según la Aemet; el pronóstico para mañana apunta a que el viento rolará de suroeste a noroeste. Esto provocará que las precipitaciones cambien de bando y pasen del sur al norte, con posibilidad de que lo hagan en forma de nieve a partir de los 1.600 metros de altura a última hora del viernes, según las previsiones de la Aemet; y el termómetro descenderá de los 25 grados de máxima de ayer a los 21 que se esperan mañana en la capital. Este pronóstico se mantendrá en los siguientes días. Ya sin el efecto profundo de Filomena, las lluvias y las bajas temperaturas se anclarán en la cara norte al menos hasta el domingo. Así que toca sacar, ahora sí, los abrigos del armario porque se viene una semana de auténtico invierno.

Una farola cae sobre tres coches en Vecindario

El fuerte viento que arreció en la tarde de ayer en el Sureste de Gran Canaria, con rachas que superaron los 100 kilómetros por hora en Agüimes, provocó algunos desperfectos en luminarias y carteles. El incidente más aparatoso ocurrió en la calle Zamora de Vecindario, donde una farola se precipitó contra tres coches que estaban estacionados, provocándoles desperfectos. Los Bomberos del Consorcio del parque de Arinaga tuvieron que acudir a este servicio, en el que procedieron a retirar el mobiliario público. En el servicio también participaron agentes de la Policía Local de Santa Lucía. En el incidente no hubo heridos ya que los turismos afectados no estaban ocupados en ese momento. Asimismo, operarios de Carreteras del Cabildo de Gran Canaria tuvieron que acudir a varios puntos de la red vial del sur de la Isla debido a los desprendimientos ocurridos por las lluvias caídas. Uno de los desprendimientos se produjo en la carretera GC-550, entre Temisas y Santa Lucía, donde varias rocas cayeron sobre parte de la calzada sin llegar a afectar a la circulación. En la GC-65, que conecta Vecindario con Santa Lucía por la Era del Cardón, una piedra de grandes dimensiones cayó sobre la carretera, ocupando la mitad de esta aunque no impedía que continuara el tránsito de vehículos. Los operarios también estuvieron retirando desprendimientos en otras vías de las medianías y la cumbre del sur de Gran Canaria, según informó la Consejería de Obras Públicas e Infraestructuras, Transporte y Movilidad en las redes sociales. Ante la previsión de mal tiempo, la Guardia Civil recomendó ayer reducir la velocidad y aumentar la distancia entre los vehículos o hacer el uso de las luces, entre otras indicaciones. | A. C. D.