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Fred. Olsen no descarta vacíar el ferry de vehículos para liberarlo de las rocas

Fracasa anoche en un nuevo intento de desencallarlo tras inyectarle aire | A la compañía se le acaban las opciones tras tres días trabajo con los remolcadores

Momento en el que se rompió anoche el cabo, cuando parecía que se había liberado el buque ‘Bentago Express’ , de la compañía Fred. Olsen. José Carlos Guerra

La naviera Fred. Olsen no logró anoche desencallar el catamarán ‘Bentago Express’ que desde el jueves pasado se encuentra encallado en una baja marina tras ser arrastrado por un golpe de viento cuando intentaba atracar en el Puerto de las Nieves de Agaete. Tras intensificar los trabajos durante la jornada de ayer, redoblando los esfuerzos con una intervención por la mañana y otra por la noche, la compañía no ha conseguido desbloquear el ferry a pesar de que logró moverlo unos metros, según informó anoche Juan Ignacio Liaño, capitán de flota de la compañía. El segundo turno de trabajos comenzó a las 20.00 y concluyó a las 23:00 horas después de un intento para remolcarlo y de que los cabos cedieran a la presión y se partieran. Tras los movimientos, la sala de máquinas de babor se inundó; la compañía quiere ahora inspeccionar el barco nuevamente para trabajar en condiciones de seguridad. A partir de las 12.00 horas de hoy, con la pleamar, se retomarán los trabajos, primero con el vaciado de las zonas inundadas para volver a ganar flotabilidad.

Aunque la intención principal de la compañía es reflotar el barco y remolcarlo luego, Fred. Olsen no descarta vaciar el ferry de vehículos y camiones para perder peso y liberarlo de las rocas. Ese plan B, que está sobre la mesa desde el sábado y necesita de la aprobación de Capitanía Marítima, consistirá en acercar otro barco en posición de popa a popa para traspasar los vehículos de uno a otro.

La empresa se decantó ayer por una nueva estrategia para reflotar el catamarán. Durante la tarde, y después de haber llevado a cabo los trabajos para desencallar el buque durante toda la mañana, sin éxito, la operación consistió en dotar al ferry de mayor estabilidad inyectando más aire al casco del navío por la zona de babor, donde se encuentra la baja que mantiene al barco anclado, con el objetivo de elevarlo y posteriormente tirar de él y remolcarlo hasta el puerto.

Paralelamente, tras la reunión del comité técnico de emergencia para el seguimiento de la reflotación celebrada ayer, la empresa decidió reforzar las barreras protectoras para resguardar las dos playas de la zona, el puerto y la playa de Guayedra de un posible vertido después de registrarse uno el viernes, a pesar de que no se ha producido ningún derrame en los últimos dos días y el riesgo de contaminación es muy bajo, según informaron fuentes de Fred. Olsen y Capitanía Marítima.

Fred. Olsen no descarta vacíar el ferry de vehículos para liberarlo de las rocas J. C. G.

Después de haber realizado hasta siete intentos fallidos para remolcarlo en las maniobras llevadas a cabo durante la mañana con ayuda de los remolcadores Canarias y Baleares de Boluda, además de la Salvamar Miguel de Cervantes, varios buzos procedieron por la tarde a realizar un reconocimiento submarino del casco del catamarán para determinar cuál sería la nueva estrategia a seguir. Ésta ha consistido en suministrar más aire al casco a través de la utilización de compresores con el objetivo de crear una cámara de aire que permitiese elevar el patín que se encuentra enganchado entre las rocas. Además, antes de realizar esta nueva operación, la empresa reforzó los puntos de amarre con los remolcadores.

Flotación

La inspección submarina determinó, según explicó ayer Juan Ignacio Liaño, capitán de flota de la naviera Fred. Olsen, que el casco del ferry sufría importantes daños dado que dos de los ocho tanques que mantienen el aire estaban inundados. No obstante, es ahí donde los operarios jugaron con la presurización del aire en cada tanque para conseguir reflotar el catamarán.

La compañía tuvo que iniciar a las 20.00 horas de la tarde, por segunda vez en el día de ayer, una operación para desencallar el ferry de la baja marina después de no lograrlo por la mañana y que tuvo que interrumpir al filo de las 15.00 horas de la tarde, cuando la bajamar vació la marea y dificultó las labores.

La naviera optó por este nuevo operativo después de fracasar la estrategia que preparó durante la noche anterior. Los diez flotadores que la compañía Fred. Olsen colocó durante la madrugada del sábado bajo el patín izquierdo del 'Bentago Express', así como los nuevos enganches instalados en la popa, no surtieron el efecto esperado durante la operación para desencallar el buque que se llevó a cabo ayer por tercer día consecutivo. Los esfuerzos de los dos remolcadores de Boluda, no fueron suficientes para lograr desenganchar la nave de la baja marina en la que encalló el jueves.

El objetivo de esta operación era elevar el barco por babor para desencallarlo y poder arrastrarlo hasta el muelle. Pero nuevamente ayer todos los trabajos fueron en vano porque después de siete horas de intensas tareas para aprovechar las horas de pleamar la compañía tuvo que desistir.

A las 08.00 en punto comenzaron los trabajos para desencallar el barco, primero con la comprobación de que los cabos se encontraban bien sujetos a los remolcadores y luego con la retirada de la barrera anticontaminación que se colocó la jornada anterior alrededor del ferry para evitar la expansión del vertido tras una pequeña fuga de gasoil que el viernes se extendió por la zona del Dedo de Dios. La barrera se retiró para que no interfiriesen en los motores.

Al filo a las 09.50 horas, la compañía inició la primera tracción para remolcar el catamarán, pero uno de los cabos cedió a la presión que ejercían los remolcadores, obligando así a que tuvieran que llevarse a cabo labores de reforzamiento de los amarres y de la estructura del barco. Y así hasta en siete ocasiones, sin éxito durante la operación de la mañana. Ni siquiera la sustitución de las cuerdas por otras mas gruesas consiguió el objetivo de desencallar el ferry.

Se reanudan tareas para movilizar el barco encallado en el puerto de Agaete

Se reanudan tareas para movilizar el barco encallado en el puerto de Agaete Rubén Torres

Sin embargo, la utilización de los flotadores sí que permitió algunos respiros porque, aunque no tuvo los frutos que la naviera deseaba, sí que permitió mover el barco entre tres y cuatro metros, pero sin lograr desengancharlo. “Los flotadores han funcionado porque en varios intentos hemos movido el barco y logrado que estuviese más elevado por la zona de la baja marina”, explicó Liaño, “se consiguió mover tres o cuatro metros”. Pero el catamarán estaba muy afianzado a la zona de rocas donde encalló y se volvió a sujetar, momento en que de desistió de la operación ante las dificultades que presentaba y se decidió plantear una nueva estrategia por la tarde y comenzar a desarrollarla a las 23.00 horas de la noche con la llegada de la pleamar.

Horas antes de comenzar con esta segunda operación del día, a las 12.00 horas del mediodía se reunió en la capital grancanaria el comité técnico de emergencia para el seguimiento de la reflotación, conformado, entre otros, por representantes de la naviera, Capitanía Marítima de Las Palmas de Gran Canaria, la consejería de Transportes del Gobierno regional, Puertos Canarios y la Delegación del Gobierno en Canarias. El comité decidió mantener la declaración del Nivel 1 del Plan Marítimo Nacional para las emergencias por vertidos que ha declarado la Dirección General de Marina Mercante con la finalidad de garantizar al máximo la protección medioambiental del litoral de Agaete y evitar episodios graves de vertido de combustible.

El pasado viernes se registró un pequeño vertido que afectó a la costa pero que ha tenido efectos “leves”. “No hay contaminación; el combustible que utiliza este tipo de barcos es muy ligero y muy volátil y apenas crea una película muy fina sobre el agua de unas pocas micras que se evapora muy fácilmente”, explicó ayer Juan Ignacio Riaño, capitán de la flota de la naviera, “que nadie piense que hay combustible solidificado que se va al fondo y se adhierealas rocas; eso no”.

Liaño informó ayer que, tras las inspecciones áreas con aviones, Capitanía Marítima confirmó que más del 80% del vertido ha desaparecido y ya no existe. “La gran mayoría se ha evaporado”, dijo. Durante la mañana del sábado, dos embarcaciones se encargaron de eliminar los restos del líquido que aún permanecían en el agua.

Sin embargo, a pesar de que el riesgo de contaminación es muy bajo y aludiendo al Nivel 1 del Plan Marítimo Nacional, la naviera reforzó ayer las barreras protectoras que protegen los espacios naturales de posibles vertidos. Así, ha instalado estas barreras anticontaminación tanto en la zona del puerto como en la playa de Las Nieves y en Guayedra.

El Ayuntamiento de Agaete reclamó el sábado que se tomara una muestra del agua para su análisis y cerró las playas de la zona. Según informó ayer la alcaldesa, María del Carmen Rosario Godoy, los resultados se conocerán mañana martes. Por su parte, pescadores de la zona admitieron ayer que no están preocupados por el vertido dado que fue de pequeñas dimensiones y apenas afectará al ambiente marino.

En el interior del buque hay un total de 27 coches y ocho camiones, que tuvieron que ser recolocados para equilibrar el peso. El viernes, Salvamento Marítimo rescató a las 75 personas que viajaban a bordo después de pasar toda la noche en el catamarán.

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