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Golpe a la pesca y al turismo

La Cofradía de Las Nieves estudia reclamar indemnizaciones por el cierre del puerto

Golpe a la pesca y al turismo

El accidente del Bentago Express ha dejado a Agaete sin pesca y sin clientes que pernocten en los hoteles de Las Nieves al ir o al volver desde Tenerife. Con las playas cerradas por el riesgo de contaminación, tampoco hubo bañistas durante el fin de semana y eso se notó en los pocos restaurantes que han sobrevivido a la pandemia del coronavirus.

Las pérdidas económicas no se han evaluado todavía, explica la alcaldesa María del Carmen Rosario Godoy, pero en la Cofradía de Pescadores ya se están organizando para reclamar indemnizaciones por el parón de toda la flota durante los últimos días. Los quince pesqueros con base en Las Nieves se quedaron en tierra la semana pasada por el mal estado del mar y esperaban la mejoría del tiempo para volver a faenar.

El fuerte oleaje ha dado paso a un mar en calma, pero también esas embarcaciones artesanales han quedado encalladas por el cierre total del puerto. Los marineros aprovechan el tiempo para revisar los barcos y los aparejos de pesca, sin quitarle ojo a la superficie del agua porque un vertido contaminante “sería la ruina”, comentan en uno de los corrillos que se han formado en los alrededores de la sede de la Cofradía. La nueva pescadería sigue abierta al público minorista, pero cada vez queda menos género fresco en sus mostradores y en las cámaras frigoríficas.

Golpe a la pesca y al turismo

En la otra punta de la avenida marítima, Paolo Caggiani ha tenido que adelantar la hora de apertura de su pequeño restaurante para intentar compensar las pérdidas de los últimos meses. La terraza de su establecimiento es un sitio privilegiado para observar las operaciones de rescate del catamarán y es difícil encontrar una mesa a cualquier hora del día.

“Hay mucha gente viniendo a ver lo que ha pasado con el barco y esta misma mañana han estado desayunando aquí los especialistas de una empresa holandesa que ha sido contratada para reflotar el buque, nos han dicho que mañana entran en acción”, comenta Caggiani con su marcado acento de italiano del Norte.

Tras las tormentas de los primeros días del año y las nuevas restricciones de la Covid-19, que dejaron a Las Nieves como un pueblo desierto, el propietario de Muelle Viejo no se queja de que su terraza esté en primera linea. “La desgracia del barco a nosotros nos ha venido bien, entre comillas, porque hubo bastante movimiento este fin de semana, ahora solo hay que esperar que todo se solucione bien y que no haya consecuencias medioambientales, porque Agaete es un lugar de playa y si siguen cerradas mucho tiempo no sé lo que nos puede ocurrir”, alerta.

La alcaldesa también expresó su preocupación por el cierre del puerto y de las playas, pues eso equivale a un parón de todas las actividades en Las Nieves. “Hemos escuchado a los técnicos y nos han tranquilizado, pero les he dicho que se hagan analíticas de las playas cada 48 horas y les he pedido máxima transparencia, porque aunque los especialistas nos dicen que este combustible no contamina, esta es una imagen que no queremos ver”, declara Rosario Godoy.

Por su parte, la Plataforma Salvar Agaete ha reiterado su preocupación por las consecuencias del vertido de combustible del accidente del barco de la compañía Fred. Olsen y considera “una irresponsabilidad” que el Gobierno de Canarias no haya activado el Plan Específico de Contingencias por Contaminación Marina Accidental (Pecmar) con el barco encallado en una de las zonas de mayor sensibilidad ecológica de Gran Canaria.

La Plataforma, en un comunicado, insiste en el impacto que pueda ocasionar el más leve vertido de combustible en un entorno marino y costero de reconocida fragilidad. “Aunque tanto Fred. Olsen como el Gobierno de Canarias insisten en la inexistencia de vertidos, basta acercarse a la costa de Agaete para oler y apreciar la mancha que ha alcanzado ya zonas delimitadas como Parque Natural y Zona de Especial de Conservación ZEC de Tamadaba. En ese sentido no solo se está negando el vertido sino su afección a espacios naturales de reconocidos valores protegidos por ley. Que podría ser desastroso en caso de hundimiento”, agrega.

La Plataforma crítica “la falta de información por parte de las autoridades, la improvisación de manos de una empresa privada, la banalización del accidente y falta de previsión”.

En la imagen de arriba, marineros de la Cofradía de Las Nieves siguen los trabajos de rescate del catamarán desde la explanada del muelle, donde revisan nasas y otros aparejos de pesca ante la imposibilidad de salir a faenar. A la izquierda, Paolo Caggiani , propietario del restaurante Muelle Viejo, en la terraza de su establecimiento, lugar de descanso de los rescatadores y de los curiosos que acuden a ver las tareas de reflotamiento. |

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