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Meteorología | Balance de las últimas lluvias

“La Filomena, una borrasca fenomenal”

Un gran productor de limones destaca que tanta agua limpia los frutales de parásitos

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Los agricultores grancanarios celebran el paso de Filomena Andrés Cruz

“El año pasado no había llovido nada de nada. En cambio, lo ha hecho bastante desde finales del año pasado y en el inicio, sobre todo, de este nuevo año”, se alegra un gran productor de limones, que prefiere conservar el anonimato y que tiene su extensa propiedad por encima de la localidad de Las Vegas, en el municipio de Valsequillo. “Ni sé el número exacto o aproximado de limoneros que tenemos”, confiesa.

Las lluvias que son consecuencia del paso de la borrasca Filomena por Gran Canaria y que empapan las islas, en especial la Cumbre desde hace un mes, son motivo de gran satisfacción para él y para los agricultores y ganaderos valsequilleros.

“La Filomena es una borrasca fenomenal. Sé que para muchos en la Península ha causado muchos problemas, y más la gran caída de nieve después, pero aquí viene muy bien tanta agua”, afirma el agricultor.

Este productor de limones aclara que “tanta agua nos viene muy bien, no sólo porque no hay que regar durante bastante tiempo, sino también porque limpia los frutales de parásitos. Me refiero, por ejemplo, a los pulgones, correcaminos o la mosca blanca, que nos echan a perder cada temporada mucha fruta. Por tanto, este año podremos sacar mucha más producción”.

La satisfacción por tanta agua que empapa las tierra la tienen los pequeños agricultores, pero contrasta con los problemas de fondo que arrastra la agricultura tradicional y su decadencia. En el primer caso está Francisco Álvarez Peña, conocido como Paco, de 74 años, que es natural y vecino de Tenteniguada. “Ha sido un gran regalo de Reyes Magos. Ha ayudado mucho. Hacía mucha falta”, asegura.

Este pensionista planta cerca de su casa cebollas, habichuelas y coles, entre otras cosas. “Es sólo para consumo nuestro, para seis familias”, declara entre risas. “Tengo cinco hijas, todas grandes ya. Así que lo que producimos es para cada una de sus familias y para nosotros”, concreta.

Álvarez Peña deja claro que “no producimos mucho en el terreno que tengo, lo que se pueda, y tanta agua pues nos viene muy bien para no regar y para poder reducir gastos”.

Los pequeños agricultores afirman que siguen por “romanticismo”, no por rentabilidad

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“Las verduras, como las coles o habichuelas, las planto una vez al año, a partir de febrero. En cambio, las papas dos veces al año. Planto unos cuatro kilos, de los que puedo sacar unos 40. Y todo para la familia”, resume Paco Álvarez, quien junto a Pedro Luis Santana y otros vecinos se implican y disfrutan de las fiestas populares con las cebollas y el cochino que preparan.

Otro pequeño productor, pensionista, que también pidió no dar su nombre de pila y apellidos, donó recientemente su excedente al Banco de Alimentos. “Fueron unos veinte kilos de acelgas, y otros de coliflor, de limones, col y coliflor, además de quince kilos de aguacates. No sé cuánto pesaba en total, da igual. Estaba todo en buen estado. Lo más importante es que alimenta a otros. Tampoco lo podía llevar al mercadillo porque no se celebra por el tema del coronavirus. No los iba a tirar, no”, confiesa el filántropo.

Aparte de los agricultores y ganaderos, muchos vecinos y vecinas de Tenteniguada y de Las Vegas valoran de forma positiva la llegada de fuertes lluvias.

“Está muy bien que haya llovido, claro que sí, aunque la fuerte lluvia y el viento me asustan un poco”, dice Carmela Santana.

El barranco

Estrella Del Pino Monzón resalta que “el agua corrió por el barranco, por su paso por Tenteniguada. Hacía siete años que no lo hacía. Fue al día siguiente de las fuertes lluvias y al día de los Reyes Magos, el jueves día 7 de enero. Sólo duró una jornada, hasta el viernes 8”.

Esta vecina es la que regenta la tienda de víveres El Puente, también conocida como la tienda de Rafaelita [su tía], quien falleció hace tres años cuando tenía 87. “Era muy trabajadora. Lo siguió haciendo en la tienda hasta tres días antes de su muerte”, resaltan varios residentes de Tenteniguada.

Miguel Del Pino Monzón, de 69 años, carpintero jubilado, cultiva y tiene frutales en un terreno que está junto a su casa. Este pequeño agricultor es de los pesimistas, que se alegra por la lluvia, pero no de cómo es la situación.

“Tanta agua es una bendición de la naturaleza. Lleva algo más de un mes lloviendo. Viene muy bien para todos, no sólo para los agricultores y ganaderos”, afirma este carpintero jubilado, que agrega que “soy de los que sigue plantando por romanticismo o por seguir con la tradición porque no sale nada rentable en un pequeño terreno como el mío y por el trabajo que supone”.

Desde hacía siete años no corría el agua por el barranco de Tenteniguada

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Del Pino Monzón tiene una veintena de naranjos y un árbol de aguacates, entre otros, y cultiva acelgas, ajos, arbejas y papas, entre otros. “Todo lo que saco, según la temporada del año, es sólo para el consumo de la familia”, puntualiza. “También recojo jaramagos, que crecen mucho por todas partes. Aunque digan que es hierba de pobres, se hacen potajes muy ricos, como se hacía tanto antes”, agrega.

Aparte de las precipitaciones y de la pandemia del Covid-19, que también afecta a los hábitos y relaciones en el campo, Miguel del Pino tiene su opinión particular sobre la agricultura: “Hay decadencia en este sector desde la generación posterior a la de mi padre. Los vecinos de aquí, de Tenteniguada y de otros rincones de Valsequillo y municipios de la Isla, dejaron de trabajar en el campo para dedicarse a otros oficios con los que ganaran más dinero. El hecho de tener terrenos pequeños y ser o no propietario del agua, pues influyó mucho”.

“Pienso que se ha perdido la cultura agraria. Confié que con la crisis económica de 2008 muchos volverían al campo para ganarse la vida. No fue así. Hubo excepciones. Han vuelto algunos jóvenes y otros que sólo lo hacen los fines de semana como ocio”, añade.

Respecto a cuántos se dedican hoy en día a la agricultura en el término municipal de Valsequillo, Miguel del Pino considera que “son una veintena, y te incluyo los grandes y los productores de la fresa. Creo que no se me olvida alguno, porque cuento a Pepe Mayor y a Tito, de Lomo de la Vega, y a Juan Santana, de El Rincón”.

Los ganaderos “han aumentado algo y son unos treinta con cabezas de ganado en el municipio.”

Como ejemplo de cómo cambia la economía y los hábitos en Tenteniguada, este vecino explica: “Mucho se ve y se entiende con el número de tiendas de aceite y vinagre que había antes y ahora en este pueblo. Entre los años 60 y 70 hubo quince tiendas a la vez. Y la población estaba entre 800 y mil habitantes. Eran, en general, llevadas por las esposas, mientras los maridos trabajaban en el campo. Era un segundo ingreso para esas familias. En la actualidad, con unas 1.300 personas, sólo queda la tienda El Puente”. “Por qué esa reducción. Pues habrá influido la existencia de un supermercado; que se trabaja poco en el campo; y la globalización de lo que comemos, mucho de fuera”, opinó.

“El día se hace muy largo. Por eso, aparte del tiempo que me dedico al terreno y a los frutales, pues hago otras cosas. Me entretengo mucho en el taller de carpintería, ya que se me hace poco leer o a ver la televisión”, cuenta Miguel del Pino, quien orgulloso señala el drago que tiene delante de la puerta de su casa. “Tiene unos 50 años, aunque parecen muchos más. Me lo dieron cuando era pequeño”, concluye.

Teror, con más agua por las lluvias


Teror fue el lugar que más recogió agua en Canarias por las lluvias durante el día de ayer, ya que fueron 31,4 litros de agua por metro cuadrado, según los datos hasta las 20.00 horas de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Valleseco y Roque de los Muchachos (La Palma) recogieron 23,2 litros. Sobre la previsión para hoy, en la mitad norte y este de Gran Canaria estará nuboso con lluvias débiles que tenderán a remitir a mediodía a intervalos nubosos. Sobre las temperaturas, pocos cambios en las mínimas y aumentan las máximas. Durante la mañana de ayer el termómetro oscilaba en Valsequillo entre 9 y 13 grados. | M. Á. M.

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