A las 14.11 horas de ayer, con la salida de un enorme camión de la empresa de paquetería Euro Tour, concluyó la descarga de los vehículos del barco Bentago Express, que encalló hace una semana en la bocana del puerto de Las Nieves, y los equipos de rescate dieron un nuevo paso de cara al restablecimiento de la linea marítima entre Agaete y Santa Cruz de Tenerife, ya solo pendiente de que el barco recupere la flotabilidad total y pueda ser trasladado hasta los astilleros de Astican, en el puerto de La Luz.

La naviera Fred. Olsen reemprenderá ese servicio de ferrys desde que el dique de atraque vuelva a estar operativo, según informaron fuentes de la compañía, que reconocieron que es imposible determinar cuánto tiempo se necesitará todavía para poder sacar el buque del muelle de Agaete y remolcarlo hasta la capital.

Ayer ni siquiera hizo falta esperar a la pleamar, a las 14.17 horas, para iniciar de maniobra de descarga de los nueve camiones y los 27 coches que viajaban en la bodega del catamarán la noche que encalló por una racha de viento que lo empujó hacia las rocas. A primera hora de la mañana, el director de flota en Fred. Olsen, Juan Ignacio Liaño, comunicó que los trabajos en el interior y exterior del buque estaban dando resultados y que era posible que por la tarde comenzara la recuperación de los vehículos, siempre que lo permitieran las condiciones de seguridad.

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A mediodía ya se había logrado reducir la escora del barco, desde los 10 grados de inclinación que tenía la madrugada del miércoles al ser rescatado de las rocas hasta unos 4,7 grados, lo que permitió acercarlo y engancharlo a las rampas de desembarco, siempre bajo la atenta vigilancia de los rescatadores desde una pontona de apoyo de la empresa Adventia y una lancha de Salvamento Marítimo, la Guardamar Concepción Arenal.

Camiones

Hacia las 13.30 horas comenzó la descarga de los vehículos, primero los cuatro camiones que se encontraban en la zona dañada de babor, entre ellos uno de 30 toneladas de peso y el de la empresa de mensajería Seur, que ha sido fotografiado miles de veces en los días al quedar ladeado en la popa de la embarcación. A continuación se sacaron los 27 coches, entre furgonetas y turismos. Solo se utilizaron dos de los tres rampas, las del centro y estribor.

El desembarco lo realizaron operarios de la propia naviera, pues durante toda la maniobra se tuvo que controlar el comportamiento del barco ante el cambio de los pesos en la bodega. En total, el barco cargaba 240 toneladas entre camiones y coches. El modelo del catamarán Bentago Express tiene un peso de 800 toneladas, por lo que en el momento de encallar se superaban las 1.000 toneladas.

Antes de las 14.00 horas ya se habían sacado todos los coches y se procedió a la retirada de los cinco últimos camiones, tarea más delicada porque dejaban sin peso al patín de estribor. Entre ellos se encontraban dos grandes portacontenedores y un vehículo de Correos. En 45 minutos se completó todo el desalojo de la carga y los vehículos, todos “en perfectas condiciones” pese a los vaivenes del barco, quedaron depositados en la explanada del muelle, donde a partir de hoy se entregarán a sus propietarios, según informó la compañía.

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Contaminación

El gasoil vertido por el catamarán se ha reducido a manchas que suman en torno a tres litros, que serán atacadas desde diversas vertientes con el objetivo de que la próxima semana hayan desaparecido del todo, según informó el Cabildo de Gran Canaria.

En el caso de la afección medioambiental, en la que trabajan el Gobierno canario y el Cabildo de con una treintena de personas en colaboración con el resto de entidades, gira en torno a la vigilancia y monitorización para detectar cualquier mancha y en contener las láminas con barreras, una que protege la playa, y otra que contiene lo que aún pueda verter el buque, que si bien su patín izquierdo ha sido vaciado, le queda el residuo y el riesgo se dará por desaparecido cuando no esté el buque averiado en el puerto.

En cuanto a las manchas de los primeros días, la lámina inicial de medio centenar de litros se ha reducido –la previsión era que el 85% se evaporara-, y el resto se ha fragmentado en dos manchas, una de un litro y otra de dos, más algunas salpicaduras que han tocado la costa, en la playa y por la zona del Dedo de Dios.