La zona comercial abierta de Vecindario, que abarca entre el Cruce de Sardina y Mercacentro, en el municipio de Santa Lucía de Tirajana, con una avenida de Canarias de cuatro kilómetros de largo y con más de 500 comercios y establecimientos, ha cerrado la reciente campaña de Navidad 2020 con el peor resultado de la historia: unas pérdidas del 30 por ciento de sus ventas respecto a las que hubo en la campaña de 2019, la cual ya había tenido un resultado negativo del diez por ciento respecto a la anterior, según los datos ofrecidos por la Asociación de Comerciantes e Industriales de Vecindario (Ascoive).
Este porcentaje del 30 por ciento es de carácter general porque varía entre un 20 y 50 por ciento según el tipo de comercios. En el sector textil y complementos, las pérdidas rondaron en un 30 por ciento, mientras que en las ferreterías fue del 50, y en el del hogar y decoración fue del 20 por ciento. Respecto al sector profesional de la salud y los supermercados, los resultados fueron “equilibrados” o “con ligeras ganancias” respecto a 2019, según indicó Ascoive. Esta patronal, presidida por Juan Pérez Pérez, defiende la peatonalización de la avenida de Canarias y tiene asociados el 40 por ciento de los más de 500 comerciantes.
Sobre el por qué se ha producido este descenso histórico en las ventas, Sabina Ruano, gerente de Ascoive, lo achacó fundamentalmente a la pandemia del Covid-19. “Si no hubiera existido, hubiéramos tenido una buena campaña. La avenida de Canarias es un atractivo para pasear y para comprar, como lo es la cara amable del comerciante. El coronavirus lo ha trastocado todo, no sólo la salud, sino también la economía. Y aquí, como en gran parte del Sureste y de la Isla, vivimos del turismo. El 40 por ciento de los vecinos del municipio de Santa Lucía trabaja en el Sur, en el sector hotelero. La falta de turistas provocó el cierre de los hoteles, causó despidos y que muchos estén en el Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). Por todo eso, menos dinero para comprar”.
El descenso de las ventas en casi todos los sectores de la zona comercial de Vecindario no es nada nuevo, ya que se produce desde 2006, tras la bonanza económica entre 1998 y 2005.
Entonces, Sabina Ruano reconoció que, aparte del virus, la zona comercial arrastra otros problemas. “Claro que sí, no hay que negarlo”, señaló.
“Están las grandes superficies, con más accesos y demás. Pero también existe el perjuicio de la inestabilidad política en el Ayuntamiento y el retraso importante que existe en las licencias de obras y apertura. Se suma la necesidad de mejorar la movilidad, la señalización, el mobiliario urbano y la limpieza de la avenida de Canarias”, argumentó la gerente como los otros problemas.
Luego, está el tema de las ayudas que anunció el Ayuntamiento santaluceño con medio millón de euros para respaldar a los empresarios. “Se presentaron 400 solicitudes. Se anunció en octubre y estamos en enero, y aún no está la resolución provisional. Los comerciantes tienen que seguir pagando sus obligaciones y tienen menos dinero”, dijo Ruano.
José Macías, gerente de Modas Cristal, negocio familiar y un referente, afirmó que “nos temíamos que iba a ser peor. Tuvimos una descenso de ventas en la campaña de Navidad del 30 por ciento. Cerramos 2020 con más gastos que ingresos”. Esta empresa tiene 75 trabajadoras y trabajadores, y no se acogió a un ERTE. “Queríamos contribuir y aportar al sistema. Nos preocupa la sociedad y cómo están los demás”, aseguró Macías.
Los empresarios culpan, además del virus, al retraso de licencias y a déficits en la avenida
Por su parte, Carmen Martín, propietaria de Mi Casita, regalos y decoración, destacó que sus pérdidas fueron del 40 %. “En Navidad sólo vendí artículos pequeños y nada de reservas, ni de muebles grandes o espejos. Tengo en ERTE a la empleada”.
No todo fue resultado negativo, ya que excepcionalmente fueron positivos para las tres tiendas de bicicletas existentes en esta zona comercial, ya que vendieron durante la pandemia y la campaña de Navidad del 2020 un 30 por ciento más que en el año. Diego Del Pino, gerente de D-Route Bike Store, explicó que “no llegamos al 50 ó 60 por ciento en el aumento de ventas por falta de género. Las fábricas estuvieron dos meses cerradas. Hubo mucho más demanda que bicicletas. Se entiende que con la pandemia se quiso hacer más deporte y se pretendió regalar más bicis en las fiestas navideñas, pero fue un año muy atípico y a razón de la incertidumbre”.
Para ayudar a los empresarios que no lograban comprar material para hacer frente al virus al inicio de la pandemia, Ascoive hizo una “gran compra” con 50.000 euros de mascarillas, geles y guantes que luego adquirieron los comerciantes. “No sólo le proporcionamos el material a miembros de la asociación”, puntualizó Ruano.
Las rebajas mitigan
La campaña de rebajas llevada a cabo por los comercios de la zona abierta de Vecindario a partir del día 2 de enero mitigó la caída de las ventas en toda la campaña navideña. Sabina Ruano, gerente de Ascoive, explicó que “las rebajas de Black Friday ha provocado que se compre más en tecnología en el mes de noviembre y que en diciembre no se haya gastado nada en ropa, por ejemplo, y sí se compró entre los días 2 y 5 de enero”. Además, las rebajas han favorecido más a unos sectores, como el textil, que a otros. “El haber instalado la Feria de Artesanía este año en la avenida de Canarias fue un gran acierto porque incitó más al paseo y a las compras, no sólo de artesanía, sino en las tiendas y comercios”, señaló Sabina Ruano. | M. Á. M.
