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Medio Ambiente

Los cazadores reclaman al Cabildo que les devuelva los tributos de cuatro años

La principal asociación considera que realiza una deficiente gestión de las zonas de caza controlada | El servicio se realiza ahora mediante una encomienda a Gesplan

Manifestación de cazadores de la isla de Gran Canaria en abril de 2018. |

La Sociedad de Cazadores de Gran Canaria ha emprendido ante el Cabildo los trámites de una reclamación tributaria mediante la que insta a la devolución de la tasa por la prestación del servicio en las zonas de caza controlada, abonada por sus asociados durante los ejercicios 2017 a 2020, ambos inclusive. Esta asociación, que este año celebra el centenario de su fundación, solicita que se le reintegre el dinero, en gran medida, por “la deficiente gestión, administración e incumplimiento de la normativa vigente que en relación con zonas de caza controlada ha llevado a cabo el Cabildo desde hace años”, según explicó ayer su presidente, Rodolfo Marrero.

El letrado encargado de la reclamación, Gerardo Ramírez-Auyanet Martín, considera que las autoliquidaciones han perjudicado los intereses legítimos de la Sociedad de Cazadores, al entender improcedente la exigencia del pago de la tasa por prestación del servicio en zonas de caza controlada hasta tanto el Cabildo no proceda a la aprobación del preceptivo Plan Técnico de Caza, que desde la aprobación de la Ley de Caza del año 1998 debió estar aprobado.

Al respecto, Rodolfo Marrero explicó que la Ley de Caza de Canarias especifica en su artículo 14, relativo a las zonas restringidas, que se denominan zonas sometidas a régimen de caza controlada aquellas que se constituyan sobre terrenos cinegéticos de aprovechamiento común, en los cuales la protección, conservación, fomento y aprovechamiento de su riqueza cinegética deberán adaptarse a los Planes Técnicos de Caza que con este objeto aprueban los Cabildos Insulares.

Ese plan inexistente, subrayó Marrero, “es el instrumento de gestión aplicado a un determinado terreno que tiene como finalidad su aprovechamiento cinegético de acuerdo con el tamaño de las poblaciones objeto de caza y tiene como prioridad la preservación y conservación de los hábitats, así como el mantenimiento del potencial biológico de las especies en el medio natural”.

La Sociedad de Cazadores pide que se reintegren las tasas cobradas entre 2017 y 2020

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La gestión y administración de la actividad cinegética en las zonas de caza controlada corresponde a los cabildos, los cuáles controlarán y regularán el ejercicio de la caza por sí o a través de Sociedades de Cazadores o Agrupaciones de Sociedades.

Representación

Con ese objetivo, según Marrero, el 16 de enero del 2020 se constituyó finalmente la Asociación Canaria de Sociedades Agrupadas de Caza Venandi (Acsa) con una representación de casi el 65% de la totalidad de los cazadores de la Isla, compuesta por una decena de clubes y sociedades de Agüimes, Gáldar, Mogán, Santa Brígida, Telde, Valsequillo y Las Palmas de Gran Canaria. Tras una reunión con la consejera de Medio Ambiente del Cabildo, Inés Jiménez, y su equipo directivo, esa federación solicitó la gestión de la caza.

La respuesta del Cabildo, según esta federación, fue que presentaran la propuesta por escrito. Esa solicitud se presentó al día siguiente, pero “el Cabildo no nos ha dado respuesta de tipo alguno”, resaltó.

El Cabildo ha sacado esa gestión a concurso público, si bien en la actualidad se realiza de forma directa mediante encomiendas a Gesplan. A juicio de Marrero, “sin considerar la obligación contenida en la Ley de Caza y despreciando de esta manera a las sociedades, agrupaciones y cazadores en general que sustentan a estas empresas con los ingresos económicos que realizan en las arcas de la administración, anualmente mediante el pago de las tasas, cuya devolución ahora se solicita”

El Servicio de Medio Ambiente del Cabildo, en un decreto del 24 de junio de 2020, adjudicó a Gesplan la ejecución del denominado Servicio de gestión de los recursos cinegéticos para Gran Canaria, por un periodo de 24 meses y con una aplicación presupuestaria de 360.231 euros, con tareas como la elaboración de censos, suelta de especies, señalización, control de poblaciones o siembras.

Ante ese decreto, explicó Marrero, la federación Acsa solicitó información, al no estar conforme con lo recibido. Así, en un escrito del 6 de octubre del 2020, requirió a Medio Ambiente que tuviera en cuenta dos consideraciones.

La primera, que en el portal de transparencia del Servicio de Medio Ambiente se encuentra lo que entiende como borrador del Decreto mediante el que se adjudica a Gesplan la ejecución del Servicio de gestión de los recursos cinegéticos en Gran Canaria para un periodo de 24 meses, y lo considera borrador dado que en el mismo no consta suscrito por persona alguna, hecho este que motivó que se solicitara copia del decreto debidamente aprobado.

En segundo lugar, siempre a juicio de los cazadores, que el Decreto no se corresponde con la referida encomienda de Servicio de gestión de los recursos cinegéticos, sino que viene referido a la encomienda de Servicios de Gestión de la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria por un periodo de 24 meses, motivo este por el que le se le reiteró nuevamente a Medio Ambiente la solicitud de copia del informe técnico. El Cabildo no ha dado respuesta a este último escrito de los cazadores.

“La población de animales silvestres sigue creciendo y depredando los endemismos”, alega

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Mientras tanto, según Marrero, “los planes de mejoras ambientales como siembras de leguminosas y gramíneas no han sido realizadas, excepto los ejecutados por las sociedades de caza y cazadores en particular; las poblaciones de animales asilvestrados siguen creciendo y por tanto depredando nuestros endemismos; los censos pre y post caza carecen de rigurosidad y desprecian los realizados por las Sociedades y los cazadores en particular, y avalados por ingenieros técnicos y la colaboración de los cazadores”.

Perdices

Las reintroducciones de perdices, a finales del pasado año, “no se realizaron de la manera adecuada”, pues “los refuerzos poblaciones carecen de anillas numeradas o serigrafiadas para determinar la tasa de mortalidad y las causas, así como el éxito reproductivo, por lo que se actúa siempre tarde y mal”.

Otra denuncia de las sociedades de cazadores es que no se reciben las autorizaciones para las sueltas de conejos y “no se realizan estudios de las diversas enfermedades víricas que vienen sufriendo los animales desde hace años”.

“Ante la desidia de la administración como gestora de la caza, se baraja salir a la calle junto a los compañeros del sector primario” “No se realizan estudios de las diversas enfermedades víricas que vienen sufriendo los conejos desde hace muchos años”

Rodolfo Marrero - Presidente de la Sociedad de Cazadores Gran Canaria

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Tampoco se han realizado las mejoras de recursos hídricos tras las gestiones realizadas por los aficionados, este año con la colaboración de la Federación Insular de Caza. Además, la publicación de los campos de entrenamiento y adiestramiento de invierno y verano del presente ejercicio siguen sin ser publicados en el BOC.

“En la vigilancia -concluyó Marrero- seguimos reclamando más efectivos, sigue siendo una de las grandes inquietudes de los cazadores, estimando que existe un número significativo de furtivos. Sin duda, los continuos incumplimientos durante años, la desconfianza, además del malestar generalizado del colectivo ante la desidia de la administración como gestora de la caza, ha motivado que las Sociedades, avaladas por compañeros del sector primario, tengan propósitos incluso de salir a las calles de la capital a manifestarse, como hace varios años”.

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