La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

ANÁLISIS

El cardenal Johannes Willebrands en Teror

Rezó y subió al Camarín, donde elogió las facciones de la talla de la Virgen del Pino y el esmero con que se custodiaban sus tesoros

El cardenal Willebrands, en el centro, en su visita a Teror.

El cardenal Johannes Willebrands nació el 4 de septiembre de 1909 en Bovenkarspel, Diócesis de Haarlem en Holanda. Willebrands fue uno de los iniciadores del diálogo ecuménico entre las confesiones cristianas y cofundador de la Federación Bíblica Católica.

El cardenal vino a Gran Canaria hace medio siglo a participar con rango de Legado Pontificio, en la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos que organizaba el obispo Infantes Florido para también en ella enmarcar la inauguración de lo que iba a ser el primer Templo Ecuménico del territorio español “El Salvador”, cuyas obras se habían iniciado en 1969 también por iniciativa de Infantes.

A la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, celebrada del 18 al 25 de enero de 1971 asistió Willebrands en su calidad de presidente del Secretariado de Roma para la unión de los cristianos, cargo para el que había sido nombrado el 12 de abril de 1969 por el Papa Pablo VI dentro del espíritu conciliador de todos los cristianos fuesen de la confesión que fuesen y que había iniciado el Vaticano II. De camino a nuestras islas declaró en Madrid que el ecumenismo era “una experiencia que se constata a lo largo de la historia, desde los principios del cristianismo, no sólo en la Iglesia católica, sino entre las comunidades entre sí. Es un impulso vital que va con la misma esencia de la Iglesia. Es un movimiento intrínsecamente unido a la catolicidad y con el impulso misionero que siempre la ha caracterizado”.

A la inauguración asistieron el Obispo de la diócesis de Canarias Monseñor Infantes Florido; el conde de la Vega Grande don Alejandro del Castillo y del Castillo y su familia ya que fueron los que cedieron los terrenos donde se construyó, así como el arquitecto Manuel de la Peña y los artistas José Abad y Juan Antonio Giraldo que habían elaborado elementos concretos del templo

Falleció el 2 de agosto de 2006 en el convento franciscano de Denekamp de Holanda, siendo por entonces el cardenal más anciano de la Iglesia Católica.

El 22 de enero de 1971 visitó Teror acompañado del obispo José Antonio Infantes Florido, monseñor Socorro Lantigua, el alcalde de la Villa Manuel Ortega Suárez, el comandante de la Guardia Civil y varios miembros de la familia Manrique de Lara. Visitaron la Basílica, rezó ante la Virgen del Pino y en inglés se comunicó con los presentes sirviéndole de traductor el propio obispo Infantes.

Había expresado a título particular “que uno de sus íntimos propósitos a pesar de lo breve de su estancia, era el de ofrecer sus preces a la tan gloriosa Patrona de la Diócesis de Canarias, de la que tenía noticia a través de otras personalidades que antes la habían visitado”

Llegó a las once de la mañana de un brumoso viernes invernal. Monseñor recibió a la comitiva en la entrada. Después de su paso antes el Santísimo, rezó y subió al Camarín donde elogió las facciones de la talla de la Virgen y la pulcritud y esmero con que se custodiaba el por entonces llamado “Tesoro de la Virgen” para terminar firmando en el Libro de Oro del Santuario.

Pasaron luego a la Casa Museo de los Patronos de la Virgen, que inaugurada en 1968 y vuelta a cerrar para realizar obras en la cocina-panadería, se había abierto ya definitivamente el 19 de diciembre de 1970, tan solo unas semanas antes de la visita del cardenal.

Ausentes don Agustín Manrique y su esposa, en Madrid por cuestiones médicas, los recibieron sus hijos Francisco y Luis Ignacio con sus esposas, y María Manrique de Lara.

Monseñor Willebrands que tuvo palabras de elogio para la canariedad, la sobriedad y la hermosura del conjunto museístico, descansó con la comitiva en un brindis que le ofrecieron en los salones de la casa.

Aquella misma noche, en la Catedral celebró la Palabra en la “Semana de Oración por la Unidad”, asistiendo el Cuerpo Consular acreditado en Las Palmas, el Cabildo Catedral y los reverendos Webb, Westin, Blomstrands, Vuoni, y Helmug Uteg, de distintas confesiones religiosas, iniciando así el ecumenismo en el que desde entonces hemos sido avanzadilla destacada los habitantes de Gran Canaria.

Willebrands, como buen holandés, se marchó de Teror alabando la exquisitez de nuestro queso tierno, el pan moreno y la extraordinaria calidad de puros habanos con que se le obsequió. Calidad de productos y cultura; entonces y ahora la base del turismo.

Compartir el artículo

stats