Como una nueva bendición ha recibido el campo grancanario las lluvias que descargaron a lo largo del día de ayer de forma abundante sobre el norte y medianías. La borrasca, que dejó la primera nieve de este año 2021, además de granizo, sobre el paisaje de la Cumbre, y un buen palo de agua en municipios como Teror, Valleseco, Tejeda, Arucas, y San Mateo, ha sido muy agradecida, porque viene a rematar el año agrícola. Por contra, desde Telde hacia el Sur de la Isla, apenas se enteraron.

Aunque los registros de las precipitaciones de esta tormenta no han sido tan generosos como lo fueron con el paso de Filomena, el hecho de que contribuya a seguir alimentando pozos y galerías, y haga nuevas aportaciones a las presas, a través de las escorrentías y barrancos, se vuelve a celebrar entre los productores, más aún porque no se han producido daños.

Si bien el servicio de Carreteras del Cabildo cerró algunas vías en momentos puntuales, y en unas horas volvió a abrirlas, a las siete de la tarde tuvieron que cortar por las condiciones meteorológicas los accesos a la GC 134 y 135 de San Mateo, y la GC 130 que va de los Marteles a la Cruz de los Llanos. En el resto, tan sólo se produjeron caídas de cascotes sobre la vía como pasó en Arucas, o en Moya, mientras que en general las incidencias fueron las habituales como atascos de tráfico, algo que ocurrió en Gáldar en la hora punta, o bien los rebosos de alcantarillas, situaciones que se volvieron a repetir en la capital grancanaria, donde hubo que cerrar la calle 8 de marzo, en Tamaraceite.

Por municipios, es Teror, con casi 40 (39,8) litros por metro cuadrado, la localidad donde más agua ha caído en la Isla en las últimas horas. Desde hace diez años que no recibían tanta lluvia en la Villa Mariana, y además cuentan los lugareños que “lo bueno es que está cayendo con mucha tranquilidad”. Hay un dato que corrobora estas apreciaciones: más de 500 litros por metro cuadrado han recogido en Teror desde noviembre del pasado año hasta enero, lo que deja claro que los riegos lo tienen más que asegurados por un buen tiempo.

En La Lechucilla bajan de cero grados y en Maspalomas alcanzan los 22

En la vecina localidad de Valleseco, aún por la tarde seguía lloviendo. Tras una mañana con descargas más fuertes, en la tarde se producía de “forma serenita”. Con los aljibes y estanques a rebosar, entre los vecinos se bromeaba diciendo que “no hay donde meter ya tanta agua”, al tiempo, que se corregía que “ya era hora de que llegara un invierno como este”. Unos 34 litros por metro cuadrado, el segundo registro más abundante de toda la Isla, han recogido en Valleseco, según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), y como en Teror, esto se suma a lo ya caído a finales del pasado año.

Con la actividad escolar suspendida, en Tejeda, donde ante el aviso por nevadas, tormentas, y lluvias, se decidió que la población infantil se quedara en casa, todo transcurrió ayer según lo previsto. Pero, como señala el alcalde, Francisco Perera, aunque quizás no hubiera sido necesario cerrar las aulas, “las alertas están para cumplirlas”. Cubierta por un ligero manto blanco despertaba la Cumbre a primeras horas de la mañana, y sus pinares ofrecían una estampa más propia de cualquier país nórdico, un fenómeno que ocurre en contados inviernos, y es eso lo que precisamente atrae a tantos isleños a coger el coche con toda la familia para poder contemplarla, y disfrutarla.

33

Tiempo en Gran Canaria (05/01/2021)

Aunque esta vez la tormenta no ha dado para llenar los embalses, desde Tejeda conde se acumularon 28 litros, apuntaban que el agua, la nieve y el granizo, “siguen empapando como una esponja la tierra, hacen que suba el nivel freático, y como se suele decir: gotita a gotita se llena el vaso”. Tal es así, que ayer un pequeño hilito avanzaba, casi en silencio, por los barrancos de Tejeda, de La Solana-El Chorrillo, y de El Rincón.

Y si Tejeda tiene agua, en La Aldea lo festejan igual porque la que no se queda en sus campos llega, a través de los barrancos, hasta sus presas. En esta ocasión, en el casco apenas cayeron unos tres litros, mientras en Tasarte se alcanzaron los cuatro litros por metro cuadrado. “Otra regadita”, apuntaba el alcalde, Tomás Pérez, a la vez que añadía que aunque haya sido poca “siempre viene bien”. Con las presas al 70% de su capacidad, tras el reboso de Siberio, y con otras como Caideros de La Niña y Parralillo al 50%, gracias a Filomena, en esta comarca donde el cultivo de tomates es su principal fuente de ingresos, las perspectivas de la zafra se tornan algo más esperanzadoras, aún cuando una plaga les había hecho temer los peores pronósticos.

Siguiendo por el Norte, la jornada en Arucas, con un registro de casi 20 litros, les ha servido igualmente para ahorrar importantes costes en los riegos de plataneras, y otros cultivos. Aunque desde el 112 se apuntó desde un Twitter que se había producido un corrimiento de tierras, realmente, según aclararon desde el Ayuntamiento, simplemente fue la caída de un cascote, y afortunadamente todo quedó en eso. Entre los registros de las estaciones pluviométricas de la Aemet, también destaca San Mateo con 15 litros por metro cuadrado, algo menos que en la zona de Tafira, donde se llegó a los 22 litros, y casi lo mismo que en el barrio de la capital grancanaria, San Cristóbal, que llegó a 14,5 litros, frente a los 10,8 de la zona de Plaza de la Feria.

La llegada del alisio hace que desde hoy los termómetros suban de cuatro a ocho grados

La tormenta sorprendía a la capital a mediodía después de una mañana soleada, en la que incluso algunos bañistas se atrevieron a darse un chapuzón en la playa de Las Canteras, y llegó a provocar largas retenciones de tráfico en las principales conexiones como la Avenida Marítima, y el cruce de La Ballena, lo que dificultó que las guaguas pudieran realizar sus trayectos con la misma puntualidad.

Prueba de que Gran Canaria es un continente en miniatura es que desde Telde hacia el Sur, la borrasca no se sintió igual. Sólo cuatro litros se contabilizaron en Telde, mientras que en Mogán llegaron a caer 4,5 litros, y en Agüimes fueron 1,6 litros, mientras que en Maspalomas apenas se llegó a superar el litro, mientras que en los altos tirajaneros, en Lomo de Pedro Afonso, llegaron a dos.

Lluvia fuerte en Las Palmas de Gran Canaria (05/02/21)

Lluvia fuerte en Las Palmas de Gran Canaria (05/02/21) María de los Ángeles Moreno

Junto a la nieve, y la lluvia, la inestabilidad atmosférica ha llegado aparejada de un importante bajada de temperaturas que, incluso ha sido más baja de lo normal para este periodo invernal, según señalaba desde la Aemet, el delegado David Suárez. En la estación de La Lechucilla, en San Mateo, bajaban de los cero grados, y con 0,1 negativos, la sensación térmica era aún más baja debido al viento, un ambiente helador que también se coló hasta la capital grancanaria donde al mediodía se alcanzaban los 12,6 grados en la Plaza de la Feria o los 11,1 en San Cristóbal. Y de la mínima de la Cumbre a la máxima de Maspalomas que fue de 22 grados. Así, mientras en Cruz de Tejeda no lograban subir de los 3,7 grados de máxima en todo el día, en Teror ese tope se situaba en 11,3; en Valleseco en 9,1; frente a los 17 de Telde, que se registraron en concreto en la zona de Melenara; donde incluso se notaba algo menos de frío que en Tasarte, en La Aldea, donde no superaron los 13,7.

La borrasca deja 39,8 litros Teror, 34 en Valleseco, 28 en Tejeda y 14 en la capital grancanaria

A lo largo de hoy, esta borrasca que ha dejado nieve a partir de la cota de los 1.600 metros en Gran Canaria, y abundantes lluvias en las zonas de medianías y cumbres. Aparte de mucho frío, empieza a abandonar el Archipiélago canario, ya que avanza hacía el Norte del la Península, lo que hará que desde primera hora de la mañana en Gran Canaria, y a partir del mediodía en las islas de Lanzarote, y Fuerteventura, el tiempo no sea tan desapacible. La llegada de los vientos alisios sobre las Islas contribuirá a que los termómetros suban entre cuatro y ocho grados.